Un madridista repasando el derby

Resultado justo pero demasiado amplio. Un 2-0 engañoso y un marcador holgado para un partido más apretado. Lo mejor de los culés: todo. Lo mejor del Real Madrid: el orgullo de sus jugadores.

Sergio Ramos mira al cielo | EFE

Toda una hazaña llegar al descanso empatados con el rodillo culé en su feudo. Juande debutaba en su primer 'clásico' con un planteamiento de juego defensivo y bien ordenado dadas las numerosas bajas que tenían los merengues. Arriesgó con Sneijder y no pudo acabar el partido, siendo sustituido en el minuto 35 del partido. Pocos jugadores para un partido tan importante en el que había mucho más que tres puntos.

La imagen del Real Madrid la recogieron las cámaras, cuando Michel Salgado, que había estado muy presionado durante toda la semana por la obligación de parar a Messi, se motivaba él solo en la banda besando el  escudo de su camiseta. Ese es el espíritu por el que han cesado (entre muchas cosas más) a Schuster. Eso es lo que queremos ver desde fuera. Se jugará mejor o se jugará peor; las ganas y la garra tienen que estar siempre presentes. Salgado cuajó un buen partido. Pese a sus años supo anular a Messi; la veteranía se impuso a la calidad. Lástima que le pitaran un penalty 'extraño' que 'San Iker' detuvo a Etoo.

El Barca tuvo más ocasiones que el Real Madrid, pero las más claras fueron obra de los merengues. Una por cada tiempo. La primera en las botas de Drenthe, un jugador que ha demostrado no estar (por el momento) capacitado para vestir la camiseta blanca. Es en estos partidos donde hay que resolver y donde hay que justificarse. Se quedó completamente solo delante de Valdes y no supo qué hacer. Disparó al bulto y el portero repelió su desatino. El holandés se ha olvidado de jugar al fútbol y no saca rendimiento a su estilo. Le pone ganas, pero hace falta más calidad.

Justo lo contrario que el gran descubrimiento de la noche: Palanca. Un jugador canterano que tuvo que salir para sustituir a Sneijder y cumplir su sueño de jugar con el Real Madrid. El desparpajo del chaval y su clase a la hora de encarar y centrar nos dejó a todos con la boca abierta. El Real Madrid tiene extremo. Y aunque le queda mucho por hacer intuyo que Juande, que demostró su valentía y su osadía al sacarle en un partido tan importante, le dará minutos y confianza para que puda sacar el fútbol que lleva dentro. No sé si será que los madridistas nos ilusionamos con poco, pero creo que tiene mucho.

Y el Barcelona a lo suyo. Jugó un partido como siempre: prácticamente perfecto. La diferencia con otros encuentros estaba únicamente en el marcador. Al descanso suelen irse con 3,4 ó 5 goles de ventaja, y la ansiedad de marcar hizo mella en algunas fases del partido. Tienen calidad y eso nadie lo puede discutir; pero ahora han demostrado otro arma todavía más peligrosa: tienen paciencia. Sin perder el orden y haciendo su juego, fieles a su estilo, poco a poco fueron 'comiendo' terreno a los merengues hasta que asestaron su golpe. En este caso, mortal de necesidad. Sería Etoo, que se tomaba así la venganza del penalty parado por Casillas minutos antes.

Acabó el partido con la sentencia de Leo Messi en una contra en la que los madridistas no pudieron hacer nada. El argentino fue la gran decepción de la noche, en parte porque Salgado supo frenarle a base de faltas y de 'toquecitos' que acabaron por desquiciar al astro barcelonista. Aún así, todos esperaban más de Messi.

12 puntos y un 2-0 que puede considerarse como otro punto adicional (en caso de empate a puntos se mirarían los resultados). Victoria justa pero incómoda de Pep Guardiola que sigue sorprendiéndonos a todos. Este Barca es mucho Barca; y este Madrid puede llegar a ser mucho Madrid. Hace falta tiempo y jugadores.