Frío noruego contra las bajas temperaturas: de turismo por Bergen.

"Venga a Bergen para conocer la lluvia, el viento y la cálida hospitalidad". Así venden esta ciudad sus oficinas de turismo, y personalmente no se me ocurre mejor modo de condensar la esencia de este rincón noruego.

Casas junto al lago Lungegårdsvann (Marta Arias)

 Es la segunda urbe más grande del país, después de Oslo, y cuenta con 250.000 habitantes. De hecho, tuvo el honor de ostentar el título de capital hasta el siglo XII. Sin lugar a dudas, uno de los mejores sitios para comenzar la ruta es junto al lago Lungegårdsvann. Está situado en el centro de la ciudad y su reflejo de las casitas de colores que lo rodean darán al viajero una de las imágenes más pintorescas. Por detrás de ellas se alza el monte Fløyen. Subir en su funicular cuesta 50 coronas y permite contemplar una vista general de la ciudad, aunque sólo si el tiempo lo permite.

Siguiendo con el paseo nos encontramos en la calle Torgallmenningen, una de las principales. Es interesante pasarse por su oficina de turismo para obtener mapas, reservar rutas como el paseo por los fiordos o cambiar euros a coronas. Al final de ella, encontramos otro de los puntos emblemáticos de Bergen: el "Fish Market". No debes dejar pasar la oportunidad de probar el salmón noruego en alguno de sus puestos y comprobar el por qué de su (merecida) fama mundial. Algo más allá se encuentra la parte antigua, el barrio histórico de Bryggen, un grupito de casas de madera que datan de principios del XVIII. Precisamente el material es el causante de su delicado estado tras varios incendios a los largo de los años. Desde 1979 está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El amplio número de estudiantes que escogen Bergen como destino Erasmus la convierte en toda una ciudad universitaria. La vida nocturna termina a las 3 de la mañana, pero hasta entonces, la fiesta está asegurada. Diferenciarás a los jóvenes autóctonos del lugar por ser aquellos que abandonan los bares en tirantes y minifalda, mientras los extranjeros se acurrucan entre gorros y plumas.

Bergen es también conocida como la "puerta a los fiordos", una excursión que no debes perderte si te desplazas hasta aquí. El trayecto da para un día entero y sus historias son tales, que lo mejor será dedicarle un post entero más adelante. ¡Qué disfrutes del frío!