La Constitución Española de 1978

Cuando se acerca el 30º aniversario, hay algunas caracteristicas de la Constitución curiosas de destacar

Fraga, Cisneros, Peces-Barba, Pérez-Llorca, Solé Tura, Herrero y Roca

La Constitucional Española de 1978 fue consensuada en el proceso de elaboración y en su contenido.  El texto constitucional tuvo un grado de acuerdo muy elevado. Debido a ello, la estructura de ésta se vio afectada de manera significativa:

• La gran cantidad de materias objecto de regulación constitucional.  A diferencia de otras constituciones que son más una declaración genérica, casi se podría decir que de intenciones, en la Constitución Española de 1978 se abordan una gran cantidad de materias, y se regulan instituciones o situaciones frente a posibles cambios de futuro. Todo esto probablemente se debe también a concesiones durante el proceso de negociación.
  De esta manera, la Constitución incluyó mandatos referentes a muchas instituciones: Cortes, Gobierno, Corona, Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo, Tribunal de Cuentas, Consejo de Estado, Colegios profesionales, Fuerzas Armadas, Universidades, Reales Academias...  Ocurre lo mismo con las entidades territoriales: municipios, islas, provincias, Comunidades Autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla están regulados en ella.  También regula instituciones relativas a la ordenación de la vida económica y social, como son los derechos de la persona y los principios rectores de la política social y económica.
  Por todo ello, la Constitución Española de 1978, y con ella el Derecho Constitucional, incluye distintos aspectos de otras ramas del Derecho.  En España, como fruto del consenso y de una amplia pretensión garantista, se ha dado rango constitucional a los principios básicos del Derecho Civil (familia, patrimonio, propiedad), penal, financiero, etc.

• La diversa precisión e intensidad de la regulación constitucional de las diferentes materias sobre las que trata. Si hubo mayor acuerdo, la precisión con la que se trata la materia es mayor, si fue un acuerdo "de minimos", las normas se reducen a aspectos genéricos apuntando la necesidad de una legislación posterior (por ejemplo el jurado en los procesos penales o la forma de elección del Consejo General del Poder Judicial)

• Ambigüedad.  Dos razones fundamentales para la ambigüedad con que se tratan algunas materias: precisan una integración e interpretación detallada para hallar su verdadero sentido o no se llegó a un acuerdo detallado, pero, en ambos casos, las materias son de presencia ineludible dentro del texto constitucional, como las disposición sobre los territorios forales o cuando se habla de la soberania popular:
• La soberanía nacional reside en el pueblo español, 
• No se habla del español sino del castellano.
• El Título VIII relativo al estado autonómico es enormemente impreciso.
• Adjetivos calificativos redundantes, sobre todo a la hora de recoger los derechos y libertades públicas

• Defectos técnicos. El texto constitucional presenta defectos técnicos o de sistemática, además de repeticiones innecesarias que pueden interpretarse como una interesada redundancia para hacer más hincapié en el aspecto que se intenta regular. Por ejemplo tenemos repeticiones en el texto constitucional en varios apartados:
• Arts. 36 y 52: ... la ley regulará las organizaciones profesionales...
• Arts. 62 e) y 100: ...nombrar y separar a los miembros del Gobierno a propuesta de su Presidente ...

Además la falta de rigor técnico se observa una defectuosa sistemática en algunos de sus apartados. Concretamente en algunos de sus títulos, en la parte dogmática de la Constitución:

• el Título I lleva por rúbrica De los Derechos y Deberes fundamentales,
• el Título II alude a los Derechos y Libertades y la sección 1ª De los Derechos Fundamentales y Libertades Públicas" la sección 2ª De los Derechos y Deberes de los ciudadanos. Pero el Título II habla de los extranjeros...
• El Título III De los principios rectores de la política social y económica

Por último destacar como parte de esa acción garantista y proteccionista con determinadas materias las dificultades  introducidas para la modificación de la Constitución, que está llevando a que, aun habiendo un general consenso sobre los cambios a realizar y siendo estos aceptados por la sociedad en general, ningún Gobierno decide empezar el proceso.