Comienza el 'quilombo' de la Davis

Partidazo en Mar del Plata para abrir la gran final de la Copa Davis entre Argentina y España. David Ferrer tendrá el honor y la obligación de suplir al campeón Rafa Nadal, que se pierde la cita por lesión. Y se enfrentará al otro campeón argentino, David Nalbandián, Número 12 del ránking contra número 11, respectivamente. El estadio arderá a partir de las 16.00, hora española.

Nalbandián y Ferrer, mano a mano.

La polémica de ésta final han sido los 'calzones' de Rafa Nadal que los argentinos han distribuido por todo el país para meter toda la presión posible a nuestra 'Armada'. Los argentinos saben que ése es su handicap y que la afición contará mucho. Como en todas las eliminatorias. La cosa huele a encerrona.

Desde España hemos sabido llevar el tema de los 'calzones' como auténticos campeones. Sabemos cómo son los argentinos y no se ha oído una voz más alta que otra porque, reconozcámoslo: se lo han currado. Y esa originalidad, acostumbrada a ella porque siempre somos nosotros los que la líamos en otras citas, había que aplaudirla y reírnos con ellos. Y así se ha hecho. Chapó para los chés y chapó para los españoles. ¿Por qué enfadarse? Todos reconoceremos que si la final se hubiera disputado en nuestro terreno hubiéramos organizado algo similar. De hecho, en nuestra semifinal contra Estados Unidos preparamos algo semejante: ya me dirán ustedes si no es presión traerte a un equipo de fuera a una plaza de toros para jugar un partido de tenis contra España. Y así nos fue: arrasamos a los americanos; primero por la calidad de los nuestros y, segundo, por la presión y el clima que se organizó en Las Ventas (Madrid).

Espectáculo garantizado en este primer partido. El público se volverá loco en la grada y todas estas semanas de preparación y de 'ambientación' van a estallar como fuegos artificiales. Esperemos que las gradas resistan y que los nuestros se aíslen. Todos están preparados pero, si hay un jugador especial en nuestro tenis, ése es David Ferrer. Un jugador eléctrico y que se mete en los partidos como nadie. El único que es capaz de remontar un partido perdido o arrasar a su rival sin dar tregua alguna. Ferrer está en la pista junto con su garra, su calidad y su tenis de fuerza. Tal vez los argentinos no saben que cuanto más griten, mejor para él. De hecho, el partido no se pondrá a favor del español hasta que no golpee la raqueta contra el suelo porque haya encajado dos puntos seguidos o haya tenido algún fallo. David Ferrer es mucho tenista.

Enfrente tendrá un hueso duro de roer, Nalbandián, un jugador que paulatinamente ha ido a más hasta colocarse entre los mejores. Su principal característica es la fuerza que tiene y la resistencia que posee. Le gustan los partidos intensos y el intercambio de raquetazos. Sin duda es el que más se asemeja al tenis de nuestro David Ferrer.

Aunque se trate del primer punto, es el decisivo, porque será el que marque la final. Un punto para España apagaría esa 'bombonera' argentina y añadiría presión a los jugadores argentinos; un punto para Argentina pondría las cosas en bandeja para que la Copa Davis se quede en casa. No es un partido más, es la gran final adelantada. Me atrevo a decir que: el que gane éste partido, será el campeón de la Davis. El segundo partido se jugará hoy también, entre Del Potro y Feliciano López, el flamante 'número dos' del equipo español (en detrimento de Verdasco).

Es hora de jugar al tenis, es hora de sudar la camiseta y romper el clima que los argentinos han creado (inteligentemente) para el partido. Nos viene muy bien que los 'calzones' de Nadal estén presentes en la grada puesto que el flamante número 1 del mundo estará con nosotros, y Rafa, incluso fuera de la pista, sigue siendo el auténtico campeón. Sus secuaces: Ferrer, Feliciano y Verdasco son los elegidos. España, como siempre, está con ellos. ¡A POR ELLOS!