La réplica natural de la cúpula de Barceló

La Cueva de la Flauta de Caña en China recuerda la obra del artista mallorquín

Proggie (Flickr)

Dicen que el arte se inspira casi siempre en la Naturaleza. La tan alabada como criticada nueva cúpula de la Sala XX del Palacio de las Naciones en Ginebra, restaurada por el pintor mallorquín Miquel Barceló, tiene también un émulo natural. Se trata de  la Cueva de la Flauta de Caña, cercana la ciudad de Guilin, en la región autónoma china de Guangxi Zhuang en el sudeste de China.

La gruta es una formación cárstica de piedra caliza creada bajo un río hace más de medio millón de años, y está incluida en la mayoría de las rutas turísticas que se realizan en la zona. Los turistas quedan deslumbrados porque, al igual que ocurre con la obra de Barceló, el mar de estalactitas naturales se ilumina artificialmente con todo tipo de colores ofreciendo una impresión majestuosa. Desde el púrpura, al azul, del pastel al verde, los visitantes pueden asistir a un espectáculo inaudito de formas y colores en los más de 500 metros de recorrido de la misma.

Precisamente han sido algunos de esos turistas los que han comenzado a colgar comentarios en Internet indicando que la cúpula de Barceló, inaugurada ayer por el Rey don Juan Carlos, les recordaba su visita turística a la cueva de Lu Di Yan (Reed Flute Cave), su nombre original.

La denominación de la cueva se debe a las cañas de bambú que crecen en su entrada, de las que se fabricaban flautas  que, aún hoy, son vendidas por los niños a los turistas por unos yuanes. También conocida como Palacio del Arte Natural, la gruta, a 240 metros de profundidad,  fue descubierta durante la dinastía Tang hace casi 1.300 años, y se convirtió ya desde entonces en una atracción turística. El lugar es considerado como uno de los diez lagos subterráneos más fabulosos del mundo, y  tal y como dice Barceló de su cúpula también allí  “los colores parecen fluir gota a gota”  

Pero hay  diferencias sustanciales entre la cúpula de Barceló y la gruta china. Por ejemplo, que el artista ha empleado dos años en su obra, 35.000 kilos de pintura y el trabajo de veinte personas. La Naturaleza ha tardado medio millón de años,  trillones de litros de agua de lluvia que han pulido caprichosamente toneladas de roca caliza, y sin intervención humana alguna. Aunque, tal vez, la diferencia más apreciable sea el coste: los 20 millones de euros de la llamada nueva cúpula Sixtina de Ginebra de la ONU por el gratis total de la cueva natural china... O mejor, dicho, por los 60 yuanes (7 euros) que cuesta la entrada para la visita turística. Puestos a elegir... no hay color.