Comme des Garçons en H&M: Crónica de una compra anunciada

¿Cómo es en realidad la venta de estas colecciones exclusivas y especiales, con tanta expectación previa y con tanta publicidad y comunicación generada? Aquí te contamos cómo ha sido en Sevilla: 10,15am. de la mañana. H&M. Calle O´donnell.

A las diez y cuarto estaba entrando en la tienda H&M, de la calle O´donnell en Sevilla, siguiendo los consejos que leimos aquí antes de ir.

Mañana soleada, tienda tranquila y aparentemente vacía.

Cuando llegué a la tercera planta me encontré con la revolución, justo al salir de las escaleras: Mujeres, en su mayoría de cierta edad y que no sabían ni qué estaban comprando (no sabían ni siquiera el nombre de la marca), agarraban con fuerza los modelos que encontraban y seguían, con los ojos fuera de si, las prendas que iban trayendo del probador. Otras, nerviosas, esperaban que los dependientes llegaran con más.

Al margen se mantenían un par de chicas, asustadas y quejosas: "¿cómo es que ya no queda "nada"?" y el personal de H&M que se estaban encargando de dar de comer a las fieras, que se paraba con la boca abierta antes de introducirse entre la marabunta.

Cuando llegué, y ya digo que hacía quince minutos de la apertura de la tienda, no había ni rastro de los pantalones (sólo quedaba un modelo de estilo árabe, algo exagerado, del que había bastantes tallas y otro, más discreto, del que sólo quedaba una 44 ), Tampoco había ni rastro de las faldas o los abrigos. Algunas zapatillas de lunares y un único bolso de la colección eran los pocos complementos que quedaban. Sólo las rebecas, camisas y las camisetas más discretas tenían un amplio stock en todos los colores y tallas.

¿Fueron muy rápidas las que encontraron los pantalones harem cortos o el vestido-abrigo, había muy pocos o es que fueron todos previamente seleccionados por los dependientes de H&M que hicieron una compra previa?

Estas prendas, las más interesantes, de las que más se ha hablado ¿son sólo un reclamo para la venta de las más estandars y fáciles de vender, como las camisetas o las camisas, de las que si había bastantes unidades por cada modelo?

No lo se, lo que si se es que las prendas, a pesar de ser difíciles de poner algunas de ellas, se han vendido y han arrastrado el resto de prendas:
Una chica, bastante clásica, se asomaba del probador con una camiseta y una falda (la única que vi de este modelo) y dialogaba quejosa con una de las dependientas:

-Perdona, esta falda está rota o no me la se poner (señalando al lateral de esta falda)
La dependienta, discreta y tímida, le responde que es así.

No debió dudarlo mucho porque, además de la rebeca y la camiseta de lunares, en la cola de la caja estaba con la falda.

Las compras se han hecho sin pasar casi por el probador, seguramente por ser muchas de ellas encargos de hijas, amigas y demás. Han sido rápidas, ni siquiera han generado cola en las cajas, pero todo el mundo salía a esa hora con una bolsa de la promoción. El personal de oficinas, en las cajas.

La venta ha sido un éxito. Sólo se han ido sin prendas las dos amigas, seguidoras de Comme des Garçons, sorprendidas del éxito que su marca tiene en una ciudad tan clásica como Sevilla. Los vendedores de H&M ya tienen anécdota hasta la próxima venta especial de un diseñador invitado.