Joan Lao, el diseño de lo intangible

Joan Lao se encuentra en la élite de los diseñadores de interior españoles. Ha proyectado espacios privados y públicos, así como mobiliario específico. Sus obras no se limitan sólo a equipar el espacio, sino que crea conceptos que hace realidad. Conceptos tan intangibles como los cinco aromas que ha creado para potenciar cinco situaciones.

Joan Lao

P.- En sus proyectos busca armonía y despertar emociones. Parece inspirarse en movimientos estéticos orientales como en feng shui o el wabi sabi.

R.- Es que se basa en ellos. Tengo ancestros orientales y creo que eso se trasluce en mis obras. En algunos proyectos que he hecho en el extranjero, dónde no me conocen físicamente, creen que soy oriental. Pero por otro lado, ese tipo de filosofìa refleja muy bien cual es mi visión de la vida. Todo lo veo como un conjunto, no como elementos separados.

Cuando diseño objetos los creo dentro de un sistema, de un conjunto. Sólo así funcionan los productos. Productos que tengan un contenido social, que funcionen, que aporten, que tengan un buen rendimiento, que no se reduzcan a ser una parte del proyecto.

P.- Cuando proyecta espacios colectivos, ¿también prima la armonía o hay que dotarles de otras cualidades?

R.- Todo tipo de espacios deben buscar el equilibrio; todo tiene que formar parte de un conjunto, no se pueden hacer las cosas a medias. ¿Cómo se incorpora la armonía? Si compruebo que hay aspectos que no cuadran, sugiero cambios.

En cualquier caso, mi trabajo es conocido, así que cuando acuden a mí con un encargo es porque están de acuerdo con mi forma de actuar. Los criterios entre el proyecto y el cliente deben ser afines, de forma que el trabajo sea fiel.

P.- En la última década se ha experimentado un enorme cambio social y se han incorporado nuevos hábitos ¿Cómo asocia esta evolución a los espacios?

R.- No podemos ser frívolos. Con la tecnología trabajo con pinzas. Cualquier aspecto debe facilitarnos la vida, no esclavizarnos, por eso soy crítico con algunas modas, como por ejemplo la domótica, creo que puede ser innecesaria en algunos casos y en otros puede ser muy útil pero siempre basándonos en su funcionalidad y que nos ayude, no por moda.

Lo que sí tengo en cuenta son los valores sociales y en este momento estamos viviendo una crisis de valores. Tenemos nuevos criterios, hablamos de sentimientos, de generar cosas que tengan una aportación social.

Hay que incorporar esos nuevos valores: el cuidado de la naturaleza, minimizar la contaminación, eliminar y reducir residuos, utilizar materiales limpios.

P.- ¿De qué proyecto se siente más orgulloso?

R.- Cada uno tiene una historia y algunos resultan encantadores. He desarrollado cinco aromas y este proyecto surgió después de realizar un hotel. Es un trabajo invisible, pero que debe apreciarse de forma sutil. Me permitió investigar en áreas como la química. Esta es la grandeza de nuestro trabajo.

Los aromas, además, tienen efectos terapeúticos y cada uno tiene una aplicación: para trabajar, para relajarse, para hacer el amor ...

Hace poco también he terminado de diseñar una carta de colores. Me ha servido para exprimir la experiencia que tengo en mi trabajo. He introducido en la selección aspectos que influyen, más allá del color, como la textura.

Estos caminos me interesan mucho, porque permite incorporar a los proyectos más información. Experimentar con el color o el olor es una labor de investigación sobre lo que nos hace sentir bien o mal.