No Heroics

Un grupo de súperhéroes no tan "súper" se va de copas.

Los protagonistas de No Heroics

No Heroics es una sitcom de origen británico de reciente estreno emitido por la cadena ITV2 y se plantea como una miniserie de seis episodios de veinte minutos de duración.

La serie narra las andanzas cotidianas de un grupo de súper-héroes que tras su jornada laboral se reunen en un bar exclusivo (The Fortress) para estos defensores de la justicia (llamados en la serie los capas), donde la única regla es que no se pueden usar los poderes dentro del sitio, convirtiéndose todos en un puñado de personas corrientes. Desde esta perspectiva de bar, la serie se centra en las vidas de cuatro de ellos en particular. Estos son:

• The Hotness: Quizá el más desesperado por alcanzar la fama, algo de lo que él precisamente no puede presumir. La mayoría de la comunidad de súperhéroes se ríe de él porque su nombre suena muy gay. Sus poderes flamígeros traen más problemas que otra cosa a los ciudadanos.
• Electroclash: En su día tuvo algo con The Hotness y parece que sigue arrepintiéndose de ellos. Tiene la capacidad de poder hablar con las máquinas, para lo que usa una curiosa voz metálica. Su principal problema es cómo conseguir el siguiente paquete de cigarrillos que va a fumarse.
• She-Force: Una mujer con súperfuerza, cuya lista de amores imposibles parece crecer por momentos. Aunque a primera vista parece más centrada que el resto de sus compañeros enseguida te das cuenta de que sus intentos por tener citas con hombres son casi una obsesión.
• Timebomb: De origen español, es un vago redomado que pasa el día masturbándose y viendo la televisión. Su habilidad consiste en poder ver sesenta segundos en el futuro, pudiendo sopesar así varias opciones cada vez que realiza una acción. Es el más desinteresado en lo que a ser un héroe se refiere.+

Como reverso de nuestros héroes fracasados tenemos al emblemático Excelsor, que resulta ser el súperhéroe más popular de toda la ciudad, situándose en lo alto de un ránking de apariciones en la tele que los propios héroes hacen en el bar donde se reunen. A modo de pequeños gags  y con un humor muy negro, la serie nos pone en la piel de unos héroes que buscan más el reconocimiento social o la propia realización que el salvar vidas, como correspondería a los de su clase, resultando ser en la mayoría de ocasiones representaciones demasiado evidentes de lo mezquinas que podemos llegar a ser las personas.

Si el ambiente de la mítica Cheers te gustaba puedes sumarle un tono mucho más sarcástico unido a unos prácticamente nulos efectos especiales y unos personajes de lo más delirantes y humanos.