Política de Proximidad

Seguir la actividad de nuestros representantes públicos mediante Twitter ¿Un sueño?

Asistentes a un mitin en Palencia durante la pasada campaña de las municipales

Este fin de semana, mientras veía un capítulo de El Ala Oeste de la Casa Blanca - mi serie favorita, a la que rindo culto - pensaba que la mayoría de la gente conoce el nombre de los políticos que trastean por la capital del reino pero desconoce quién es el concejal adscrito a su barrio. Carecemos de los canales necesarios para dirigirnos a nuestros representantes más cercanos con cierta naturalidad, sin que nos oprima el boato del poder político. Esto provoca la triste paradoja del desconocimiento de lo más cercano, con todo lo que ello conlleva. No existen fórmulas mágicas para solucionarlo, no nos engañemos... pero qué diferente sería todo si por lo menos algunos de los concejales de nuestra ciudad tuviesen un blog. Pasa en algunos sitios, pero en el marco general del país el panorama es desolador. Hace tiempo se puso de moda aquello de la política de proximidad, puerta a puerta y todo eso, y yo me pregunto: ¿Hay algún ejemplo mejor de transparencia y proximidad que el Twitter de un político? Observo a Fátima Ramírez (@Mernissi), senadora socialista andaluza, a través de su twitter. La sensación que transmite es un soplo de aire fresco. Acceso sencillo, sin cortafuegos, a una senadora para que cualquiera pueda ponerse en contacto con ella y transmitirle un pensamiento, idea o queja. Debería ser obligatorio.

La nueva política de proximidad está en la red, pero no sólo para los quince días de campaña. Es algo estructural que debe incluirse en las agendas de los responsables políticos más cercanos a los ciudadanos para mejorar la comunicación con sus electores y estar en posesión de un necesario feedback que les permitirá conocer de cerca opiniones de otro modo inaccesibles para muchos de ellos. Pegados a la calle, pero sin estar en la calle. Puede que así alguien sepa de una vez qué concejal le ha tocado en suerte a su barrio. Los personajes de la serie El Ala Oeste apenas hacen uso de Internet y las nuevas tecnologías. No llevan Blackberry, y eso le da a los capítulos un aire romántico con sabor a política de antes. Pero los tiempos han cambiado, y otorgar las herramientas adecuadas para participar es profundizar en la democracia, por no hablar de un tremendo arma de comunicación para dar a conocer el mensaje.