Hacia la profesionalización del rugby español

El proyecto de creación de la Superliga Ibérica de Rugby parece que ya no tiene marcha atrás. Con esta nueva liga se pretende dotar de un carácter más profesional y atractivo al rugby español, un deporte bastante marginal en nuestro país que parece no encontrar su lugar. Mientras tanto, en los países vecinos lo siguen y practican millones de personas. ¿Cuáles son las claves del nuevo rugby español?

La Superliga Ibérica nace de la iniciativa privada de un grupo de empresarios amantes del rugby encabezados por el conocido periodista deportivo Michael Robinson. Esta liga, creada al margen de la Federación Española de Rugby, estará compuesta por varias franquicias repartidas entre España y Portugal.

Se espera que esta misma temporada eche a andar la nueva liga y ya están confirmadas las franquicias que tomarán parte en esta primera edición. Helvetia Rugby Sevilla, Bera Bera Gipuzkoa, Sant Boi, CRC-Real Madrid, El Salvador y Gibraltar representarán al rugby español, mientras que por parte portuguesa tomarán parte Os Belenenses, Benfica Rugby, CDUL y Agronomía.

Profesionalizar el juego y atraer al público

El objetivo principal de la nueva liga es el de la profesionalización. Hoy en día en España muy poca gente vive del rugby. Tanto los jugadores como los técnicos deben compaginar su vida laboral con su carrera deportiva, algo que supone un lastre enorme al desarrollo de la calidad del juego. Con los clubes profesionalizados, la dedicación al juego, tanto de jugadores y entrenadores, será plena, por lo que es de esperar que el nivel de juego mejore considerablemente, y se acerque todo lo posible al nivel que presentan países como Francia o Italia. Como dato significativo, hace 20 años el nivel del rugby en Italia era similar al que teníamos en España y a través de un proceso parecido al que se pretende seguir aquí, hoy en día participan en todas las grandes competiciones, incluido el trofeo de las 6 Naciones de Rubgy.

Otro de los objetivos es crear una liga consistente y atractiva de cara al espectador. La actual División de Honor del rugby es una liga corta y con muchas interrupciones por motivo de los partidos internacionales de la selección. La nueva liga pretende evitar estos inconvenientes, y presentar una liga con un buen nivel de juego capaz de atraer a cada vez más público. Como siempre, el éxito de esta iniciativa dependerá de la respuesta obtenida por parte del público, ya que a cuantos más aficionados, más ingresos obtendrá la liga.  

Los principales obstáculos que está encontrando esta nueva liga vienen por parte de la federación y algunos clubes que temen que con la nueva liga pierdan parte del poder que tenían hasta el momento. A pesar de esto, la Superliga trata de integrar a la federación de rugby en el proyecto, algo que sería muy importante para la cohesión del rugby español.