Desprecio a los parados

¿Para esto querían las comunidades autónomas las competencias de empleo? ¿Para esto rasgarse las vestiduras por un mayor autogobierno? ¿Para esto tanta lucha con el gobierno central? Para que después las prestaciones de desempleo tarden hasta tres meses por la falta de personal en las oficinas de empleo, por la flexibilidad con los funcionarios y por la mala gestión desde la Administración autonómica. Por ejemplo, en Andalucía, con un millón de pobres y en cabeza de desempleados, el desprecio a los parados es total.

¿Han pasado ultimamente por una oficina de empleo? Dicen que oficinas como estas dan una imagen del funcionamiento de un país. Pues para los que hayan tenido la suerte de no pasar por una de ellas, contarles que el panorama es desolador.

En primer lugar, oficinas que parecen tribunas de Semana Santa, no cabe un alfiler; ni un metro cuadrado libre y multitud de colas en función del departamento al que el desempleado se quiera dirigir. Ya sabemos, burocracia, la que queramos y más.

Igual de llena que está la oficina de desempleados, sorprende la cantidad de mesas vacías que hay entre los funcionarios. ¿Hasta cuando disfrutan de las vacaciones estos trabajadores públicos? Los pocos que están en su sitio miran la hora constantemente para ver cuándo llega su ansiado desayuno. Y mientras mascullando entre dientes por si un compañero tarda un minuto más de la cuenta de su media hora de café y tostadas. Que digo yo que se podrían venir ya desayunados de casa, como ha sido toda la vida de Dios, y como hacen hasta los escolares.

Llega el momento de que te atiendan. Mire usted, ¿Por qué llevo más de dos meses sin cobrar desde que solicité la prestación? Y, al menos, sinceros sí que son. Contestan que la falta de personal ha ralentizado todas las solicitudes; y que llevan más de un año exigiendo a la administración autonómica que aumenten el número de funcionarios por oficina. Es decir, que una familia pueda seguir adelante y pagar sus facturas, depende exclusivamente de que haya más o menos trabajadores en una determinada oficina. Para echarse a reir, por no llorar.

Se escuchan conversaciones como las que les cuento en la entradilla de este artículo. Tanta lucha para que la Junta de Andalucía tuviera competencias en materia de empleo, y así su autogobierno fuera más fuerte; y responden con este desprecio a los parados y a sus propios trabajadores públicos.

Desde aquí, mis críticas también a los parados. Por más miles que seamos, siempre estamos quejándonos y nunca hacemos nada para evitar el drama del desempleo y tratar de lograr un mayor respeto durante la etapa de par (cobro a tiempo, más y mejores prestaciones...). Andalucía no tiene bastante con ser la región que tiene más pobres y más desempleados de España, sino que también lucha por ser la comunidad que peor trata a sus habitantes.