Los Ayuntamientos prevén parte de su presupuesto por las multas

Resulta cuanto menos paradójico que la recaudación de las sanciones por multas de tráfico se haya convertido en un pilar de los más importantes para los presupuestos municipales. ¿Qué pasaría si no recaudara lo previsto? ¿Quedarían algunas partidas sin llevar a cabo? ¿Puede un alcalde justificar la no ejecución de un proyecto o de un programa porque no se ha recaudado bastante en multas?

Se aprovechan de las infracciones

Les pongo como ejemplo la ciudad de Málaga. El Ayuntamiento de la localidad recauda 30.000 euros diarios en sanciones de tráfico. Aprovechan las infracciones de los conductores para completar presupuestos. Casi 11 millones de euros al año. En la capital de la Costa del Sol, este capítulo ya es la sexta fuente de ingresos de las arcas municipales. Desde 2001, los agentes locales han triplicado el número de controles y multas que imponen cada año, y han duplicado el dinero que se ingresa por su cobro. Ya sabemos cuáles son las prioridades de los encargados de la seguridad en nuestras ciudades. No olvidemos que Málaga es una de las capitales más inseguras de España.

Según el periódico La Opinión de Málaga, otro aspecto a analizar es que las cantidades previstas a ingresar pueden variar en función de si nos encontramos en año electoral. La importancia, cada vez mayor, de este sistema de recaudación radica en que se ha convertido en un capítulo de ingresos de lo más seguro. Lejos de las oscilaciones que pueden ofrecer otras partidas, dado que el tráfico en la ciudad, sus dificultades y el aumento del número de conductores permite jugar con cifras estables, se garantiza una cuota mínima de ingresos que además va en ascenso cada año.

Además de ser un sistema fácil de regular por los cargos políticos. El ejemplo lo muestra el año 2007, año de elecciones, donde, según datos de la Policía Local, el mes de mayo, el mes del voto, marca una clara frontera en el número de imposición de multas; que fue moderado hasta ese mes y a partir de ahí subió claramente. Más de 20.000 multas se impusieron en mayo de 2003. Tras las elecciones, esa cifra subió a 25.000 y siguió creciendo.

Tal ha sido el crecimiento de su recaudación, que en Málaga ha superado a la cantidad recolectada por el IAE y sólo el IBI, el Impuesto de Circulación, el de Plusvalía y el de Construcción le superan.