Educando el gusto musical

O no. Quié sabe. Lo que es cierto es que, una vez terminada la edición de este de Operación Triunfo y sin entrar en quién debería haber ganado o qué tal cantan los chavales, hay que reconocer un detalle: este año les han asignado algunos temas que podríamos denominar 'clasicazos'. ¿Servirá para educar su gusto musical? ¿O simplemente generará quejas de los seguidores de los grupos originales?

Manu interpretó la versión de José Feliciano de "Light my fire"

Unos cantarán mejor, otros peor. Unos tendrán una buena voz o no la tendrán, interpretarán con más o menos gracia. Lo que más me ha sorprendido de esta edición de OT han sido los temas elegidos por los profesores para que los alumnos interpretaran/perpetraran.

Por fin han salido de la fórmula de la canción pop, latina, la balada hiperazucarada o la canción del verano. Vale, no del todo, pero al menos ya no es una constante.

En la primera gala aún no, había que enganchar a la gente. En la segunda ya dejaron caer un tema de Oasis, "Don't look back in anger". No es un 'clasicazo' pero tiene calidad. Y "I love to love", que probablemente la mayoría de los adolescentes españoles no conocen ni de refilón.

Esto sólo fue un aperitivo. En las siguientes tres galas tan sólo cayó un tema de Frank Sinatra -que no es poco- y alguna cosa más. Pero ya, a partir de la gala 6, en todas las galas caía algún 'clasicazo' o incluso dos (¡qué locura!).

"Smells like teen spirit", de Nirvana; "Addicted to love", de Robert Palmer; "Beat it", de Michael Jackson; "My babe just cares for me", de Nina Simone; o "Light my fire", de The Doors fueron algunos de los temas que sonaron hasta el final del concurso, además de otros de The Beatles, Rod Stewart, 50 Cent...

Ya digo que las versiones pueden gustar más o menos. De hecho, cuando Sandra interpretó el "Highway to hell" de los AC/DC, los foros de rockeros estaban que echaban humo. Pero lo importante de todo esto es que la calidad musical, aunque sólo sea en los temas de referencia, ha entrado en OT. Si esto sirve para que la gente acuda a escuchar las versiones originales de estos temas, ya será mucho lo que habremos ganado.

Que esas canciones son grandes temas es casi indiscutible, pero ¿habrán conseguido cambiar o enriquecer el gusto musical de la gente? ¿Sería mejor que dejaran a los clásicos tranquilos, teniendo en cuenta las versiones que hacen los alumnos?