Un tsunami cada tres días

Hay veces que pararse a mirar las estadísticas perjudica seriamente la salud mental. Imagínense que hubiera un tsunami de las características del que arrasó el Pacífico hace un par de años, y que costó la vida a cientos de miles de personas. Imaginen que eso ocurriese cada tres días. Pues ese es el terrible dato que ayer dio a conocer Intermon-Oxfam en un informa presentado en Andalucía.

29.000 muertos por hambre cada día en el mundo. Como si cada tres días se sucediera una tragedia como la del Tsunami del Pacífico.

José María Castells es técnico de Intermon-Oxfam y ayer dio a conocer unas cifras que realmente asustan: casi once millones de niños mueren antes de cumplir los cinco años de edad. Esto equivale a más de 29.000 muertes por día; según palabras textuales de este experto es "como si un tsunami sucediera cada tres días".

Castells dio a conocer ese dato en una ponencia de un curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.  "Uno de cada tres niños del mundo en desarrollo --más de 500 millones -- carece de toda forma de acceso a instalaciones sanitarias, y uno de cada cinco no dispone de acceso al agua potable". Realmente estremecedor. 

Y es que mil millones de personas viven con menos de un dólar al día. Muy pocos países tienen muchos recursos, y muchos países tienen pocos. En materia de Sanidad, por ejemplo. El 93% de la carga global de las enfermedades se concentra en los países menos desarrollados, donde vive el 84% de la población mundial pese a que su gasto sanitario representa sólo el 11% del total. Unas cifras recogidas en el Atlas Mundial de la Salud, una guía divulgativa que recoge las principales amenazas y desafíos sanitarios a los que se enfrenta el mundo y que fue presentada también ayer. 

Hay en el mundo más de 900 millones de personas malnutridas, el 95% de las cuales vive en los países del tercer mundo. Es una cifra oficial de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Según estos datos oficiales, 30 millones de personas mueren cada año por la mala distribución mundial de alimentos.

¿Cuál es el origen de esta pobreza?
Sin duda la guerra tiene mucho que ver. En el África subsahariana los conflictos representaron pérdidas de casi 52.000 millones de dólares en la agricultura entre en los 70, 90 y 90. Esto equivale al 75% de toda la ayuda oficial al desarrollo recibida por los países afectados por los conflictos. La inestabilidad facilita la obtención de determinados recursos como los diamantes de Sierra Leona o el petróleo de Sudán.

No es extraño que así, la expectativa de vida de un recién nacido en los países más pobres es de 38 años. En España roza los 80. Uno de cada siete niños nacido en los países donde el hambre es extrema morirá antes de cumplir cinco años. Al año, 6 millones de niños menores de cinco años mueren por carencia de alimentos y nutrientes esenciales.

Pero es que las cosas van a peor. Porque en los países del tercer mundo dependen de los precios de los alimentos de primera necesidad. Y éstos están completamente disparados. Si la inflación en España es de un 5  por ciento, en el África subsahariana, no hay cálculo que resista la comparación. El trigo está disparado. Y el arroz. También la soja y el maíz. Según datos de la FAO a los que hacíamos referencia, en los últimos nueve meses el precio de los alimentos ha aumentado un 45 por ciento en el mundo.

Esta organización estima que los países africanos más afectados pagarán este año hasta un 74 por ciento más por los cereales. En todo el mundo empiezan a pasar facturas las hambrunas, y eso está empezando a acarrear conflictos. Disturbios en Camerún, en todo el cono sur de América, y en Haití, donde ha habido hasta 5 muertos por las revueltas.

Y claro, por no hablar de la pobreza más cercana, la que vivimos cada día a nuestro lado, delante de nuestras narices. Un auténtico tsunami silencioso del que apenas nos damos cuenta.