Descanso dominical en Wimbledon

Este año, la jornada de descanso en el grand slam londinense no ha sido criticada. La ausencia de lluvia ha facilitado que los partidos se hayan jugado en tiempo y forma, algo insólito. Aunque la climatología británica, en años anteriores, hiciera que un partido durara cinco días –el año pasado, sin ir más lejos- la organización del torneo prefiere no utilizar ese colchón para ponerse al día.

Venus al ataque

Al margen de esta novedad, Wimbledon ha traído unas cuantas sorpresas. En el cuadro masculino han caído 22 cabezas de serie, algunos de forma casi humillante, como Djokovic, Blake, Roddick o Davideño. Por lo que a los españoles se refiere, la única baja más o menos sorprendente es la de David Ferrer al perder contra el croata Mario Ancic. En su descargo, apuntar que Ancic hizo un juego sencillamente perfecto y bastante tuvo Ferrer con apuntarse al menos un parcial. Nada se le puede reprochar.

Feliciano, por fin, parece que se centra y entra en la segunda semana de Wimbledon, un torneo que por su forma de jugar debería sentarle bien. Y Nadal, quitando el partido contra Gulbis, pasa con facilidad sus partidos y además deleita con un juego variado y golpes de maestro que firmaría el mismísimo Federer.

Mañana se anuncian partidos muy interesantes. Dos campeones frente a frente: Federer y Hewitt, aunque los mejores tiempos de este último hace tiempo que pasaron. Verdasco, por su parte, se medirá al verdugo de Ferrer en un cruce que ya se produjo hace unas semanas también en Londres y del que salió vencedor Ancic, aunque con un marcador apretado. En un partido a cinco sets no hay referencias previas.

Feliciano se enfrentará a Baghdatis. Sólo se han enfrentado una vez con anterioridad, en 2006 sobre pista dura, con triunfo de chipriota, pero es una referencia lejana y que no puede tomarse como augurio de nada.

El último español en liza, Nadal, se las verá con el sanguíneo Youzhny en un partido en el que Rafa no debería tener mayores problemas.

El resto de partidos enfrentará a un renacido Safin con el ascendente Wawrika; Tipsarevic no debería tener demasiada oposición con el alemán Schuettler. El veterano francés Clement tendrá que pelear con otro de los croatas que quedan en competición, el joven Marin Cilic; mientras que Gasquet ha tenido el infortunio de jugarse el pase a cuartos con el ídolo local, Andy Murray.

Las caídas en el cuadro femenino han sido aún más estrepitosas. Si en el masculino al menos los número 1 y 2 siguen en competición, en el apartado de féminas, la primera en sobrevivir es Yelena Jankovic, a la sazón, número 3. La derrota de la actual número 1, Ana Ivanovic, a manos de la china Jie Zheng en dos sets y con un oprobioso 6-1 en el primero de ellos, reabre la lucha por el liderato del ranking femenino, sin dueña desde la retirada de Justine Henin.

Jankovic ya tuvo bastantes problemas para superar a la danesa Wozniacki y debería pasar a cuartos ante una rival asequible, como es la tailandesa Tanasugarn.

Al margen de las Williams, que están realizando un torneo en el que no dan resquicio a las rivales, el torneo tiene aromas rusos. Serena tiene unos cruces más asequibles, pero no sería extraño ver una final familiar.