Hiddink, otro fantasma del pasado

Hay imágenes que el tiempo no puede borrar. Hace unos días Tassoti volvía a nuestras retinas con las lágrimas de Luís Enrique y su blanca camiseta teñida de sangre… ¡Bendita vendetta! Con los deberes hechos ante Italia, otro fantasma del pasado vuelve a atacar nuestra memoria: Hiddink. Lo sufrimos hace seis años y caímos, esta vez… ¿podremos?

España pierde ante Corea en cuartos de final y en la tanda de penaltis (Joaquín falló la pena máxima) en el Mundial del 2002. Un arbitraje desastroso y humillante para los nuestros pone fin al sueño español. Más allá de recordar el gol, absolutamente legal, que marcó Morientes y que, de haber subido al marcador, hubiera dado el pase a España porque todavía primaba la ley del gol de oro, lo que perdura en la memoria de los españoles es Iván Helguera. ¿Quién ha podido olvidar las lágrimas de rabia e indignación del cántabro, sus puños apretados, sus venas hinchadas y su rostro desencajado?

¡Hijo de puta! Esta es la frase que le repitió a Gamal Ghandour, el árbitro del encuentro. Segundos más tarde de que Corea entera explotase de júbilo mientras los jugadores españoles lloraban desconsolados por en césped, Helguera se olvidaba del mundo y se dirigía a por el colegiado egipcio. Se lo gritó por delante, por detrás, de lado, al oído, mientras le empujaba... Después de 120 minutos de sufrimiento y entrega, él les había negado el pase a las semifinales en beneficio del anfitrión. Mientras, Hierro y Camacho hablaban con los asistentes y protestaban, más suavemente, por el pésimo arbitraje. Pero Helguera seguía detrás del colegiado.

La rabia del defensa crecía a cada momento que el colegiado sonreía y saludaba fingiendo no percatarse de su presencia. Xavi acudió a consolar y a sujetar al español pero no pudo. Finalmente Camacho fue en su ayuda y entre unos cuantos lograron sujetarle cuando Helguera ya intentaba, directamente, agredir al egipcio.

Guus Hiddink comandaba la selección coreana por aquel entonces. El jueves estará en el banquillo ruso de la selección española. El entrenador holandés no arbitró el encuentro, pero fue su equipo el que logró el pase a semifinales. La imagen de la portada de AS era el amistoso saludo, entre risas, de Hiddink con Ghandour. Hay que continuar rompiendo con los fantasmas del pasado y llenando nuestras retinas de recuerdos increíbles, como el gol de Fábregas de ayer o las paradas de Casillas a De Rossi y Di Natale. ¡Podemos!