La revolución rusa acaba con los tulipanes

Rusia ha roto los pronósticos y las estadísticas. Hasta el momento nunca antes un equipo que había ganado sus tres encuentros de la primera fase, había caído eliminada en cuartos de final de una Eurocopa. Ayer fue Croacia la primera, y hoy, la revelación del torneo ha sido apeada por una sensacional Rusia que sella su pase a semifinales tras ganar a Holanda por 3-1, con prórroga incluida.

Hiddink: para qué contenerse ante el equipo de tu país (Reuters)

90 MINUTOS EMOCIONANTES

Los rusos no se acomplejaron y desde el inicio del partido hicieron efectiva la mejoría que han ido mostrando en sus últimos encuentros. Con un esquema de juego muy inteligente, mostraron sus capacidades para jugar y sus capacidades para impedir que su rival jugase. Con un centro del campo compuesto por Semshov y por Semak, Rusia frenó el contraataque tulipán con una fuerte presión sobre sus hombres fuertes. Con Van der Vaart anulado. Holanda no funciona igual porque tanto Engelaar como De Jong aportan menos calidad al juego holandés.

Mucha expectación en una y otra selección, conscientes de que un gol supone mucho en una "final" de este tipo. Pero el juego de ambos equipos y la calidad de sus jugadores se impuso a las estrategias y a las tácticas, y pronto llegaron las ocasiones. El partido empezó a ponerse emocionante a partir del minuto 25 de la primera mitad, con un disparo duro de Engelaar que a punto está de introducirse en la meta defendida por Akinfeev. Apenas minutos después, de nuevo Holanda estuvo a punto de marcar merced a un saque de falta botado con rosca que supera a los defensas rusos y que, dentro del área pequeña, ni De Jong ni Van Nistelrooy llegan a rematar a bocajarro.

La respuesta de Rusia no se hizo esperar, y en el minuto 30 un contragolpe perfecto culminado por Arshavin con un tiro cruzado fue desviado con la punta de los dedos por un Van der Sar inspiradísimo. El holandés está siendo uno de los mejores guardametas del torneo. Otra vez salvó a su equipo con dos misiles lanzados por Kolodin desde más allá de fuera del área y que casi suponen el primer gol para los rusos. El partido estaba abierto y, después del miedo inicial de unos y otros, empezaron a mostrar lo que se esperaba: juego rápido y vertical en una y otra área.

Así se llegó al descanso, con un justo empate en el marcador y con unos cuartos de final que en absoluto estaban decepcionando. Holanda estaba siendo diferente a la que nos ha acostumbrado en sus partidos de primera ronda y Rusia quería protagonismo.

La segunda parte empezó con el ritmo con el que los equipos se fueron al túnel de vestuarios. Holanda introdujo un cambio importante, dando entrada a V. Persie por Kuyt, que no había estado fino.

Tras un saque de falta espectacular de Arshavin, escorado y lejano pero que se fue lamiendo el palo izquierdo de Van der Sar, llegó lo que se estaba esperando, el gol ruso en las botas de Pavlyuchenko, tras una jugada al primer toque de Rusia y que, tras un centro medido y precioso de Semak, el delantero ruso remató a placer desde el área pequeña. Rusia había salido con otra velocidad y el temor de Holanda le costó este primer gol que cambiaba los papeles de favorito y que obligaba a Van Basten a idear un plan "b". Hasta el momento en ningún partido su selección había ido por detrás en el marcador.

La naranja mecánica empezó a engrasarse empujado por un estadio vestido de los colores de los tulipanes, y Rusia empezó a acusar el acecho. Si los rusos tienen carencias es en el aspecto defensivo, con unos centrales muy timoratos que en manos de R. Van Nistelrooy o de Sneijder podían ser superados en cualquier momento. Las prisas y el crónometro corrían en contra de la favorita, hasta el minuto 56, del partido y de la Eurocopa.

El trato de Rusia con el balón estaba siendo exquisito y sublime. Controlando y pasando se colocaban con 3 toques en el otro área, y eso, con un delantero con tanta habilidad y calidad como el autor del gol, Pavlyuchenko, era mucho peligro para Van der Sar.

Holanda dispuso de una falta a favor en el minuto 70 muy peligrosa rozando el área rusa. Buen perfil para el jugador del Real Madrid, Sneijder, que preparado para disparar se quedó helado cuando su compañero V. Persie, a pierna cambiada, disparó por encima de la meta de Akinfeev. Mala cara la de Sneijder tras un golpe franco que hubiese significado la igualada en el marcador. Esa falta supuso una tarjeta amarilla que España tendría que tener en cuenta ya que, en caso de que Rusia ganara, Kolodin no podría disputar el partido de semifinales por acumulación de amonestaciones.

El partido siguió abierto, con llegadas en una y otra área y con buenas oportunidades para Holanda y para Rusia. En el 82 se pudo ver las cualidades de Rusia, con una combinación de hasta cuatro jugadores dentro del área que a punto estuvo de suponer la puntilla del partido porque Van der Sar había sido superado pero que Heitinga logra despejar el esférico y evitar así el segundo de Rusia. Como no, el peligro ruso nació en el joven Arshavin. Más cerca el gol de Rusia que el empate de Holanda, con más corazón que cabeza.

¿Qué está ocurriendo en los últimos 5 minutos de cada partido en esta Eurocopa? TO-DO. Y por eso el partido estaba por decidir. Y la maldición del crónometro (y la bendición para otros) no tardó en aparecer, cuando R. Van Nistelrooy logró empatar la eliminatoria tras un gol de cabeza después de un saque de falta perfecto de su compañero de equipo y de selección, Sneijder. Otra vez la conexión merengue funcionó y salvó los muebles para Holanda a cinco minutos del pitido final.

Los aficionados rusos enmudecieron con sus torsos desnudos y los holandeses se encendieron con sus pinturas naranjas. El espectáculo del fútbol volvía en forma de sonrisas y lágrimas. Los que tenían billete de primera fila estaban de pie, frenados por los encargados de seguridad del Saint Jakob Park. Las gotas de sudor de Hiddink y los ojos ensangrentados de Marco Van Basten demostraban la tensión y la emoción de unos 90 minutos que no daban para más. Prórroga para unos cuartos de final de altos vuelos

PRÓRROGA

Con ambas selecciones tocadas por el desgaste físico y con Rusia mermada por el gol encajado, todo podía pasar. Holanda atacaba y Rusia respondía. Van Nistelrooy mandó un balón rozando el larguero de Akinfeev y Pavlyuchenko, con un balón en el costado izquierdo que no tenía mucho peligro se inventó el mismo la ocasión enviando un zurriagazo a la misma escuadra de Van der Sar que pudo ser, de no estrellarse en la madera, el gol de la Eurocopa. Cuánta calidad la de este joven ruso.

Semshov había sido sustituido en el tramo final del partido y ahora era Semak el que construía el juego de Rusia. Por su parte, V. Persie y su velocidad eran el peligro de Holanda, con un Sneijder enchufadísimo que seguía disparando desde cualquier lugar con mucho peligro. Final del primer acto de la prórroga con mucha intensidad en dos conjuntos que estaban demostrando su amor por un fútbol total y sin miramientos.

Rusia estaba siendo ligeramente superior a una Holanda rota físicamente. Y así lo certificó uno de los mejores hombres de Hiddink, Arshavin, que tras una buena jugada en su banda izquierda, con una velocidad en el minuto 111 de un extraterrestre logra poner un centro alto con el balón saliendo por la línea de fondo que cae justo en el segundo palo, donde Torbinski (que había salido de suplente) empuja la bola en boca de gol y adelanta nuevamente a Rusia en el marcador.

Pero el partido era digno de más goles, y nuevamente Arshavin, el zar ruso, aprovecha un balón por su banda contraria, la derecha, para batir por debajo de las piernas al veterano Van der Sar. Fantástico el jugador del Zénith de St Petersburgo, su inteligencia y su calidad personal han liderado la machada de su selección.

Rusia espera rival del crítico encuentro entre españoles e italianos. La victoria de Rusia sobre Holanda no es más que otra razón por la que España tiene que pasar a las semifinales de esta Eurocopa, ya que los nuestros ya les ganaron en la primera fase. Aunque, todo hay que decirlo, que la Rusia que hemos visto hoy es la que sí esperábamos desde el inicio. De nuevo el mago Guus Hiddink hace historia con un combinado nacional.

Tomen nota de jugadores como Pavlyuchenko, Arshavin, Semak o Kolodin, tal vez hoy sus nombres no le digan nada, pero la temporada que viene invadirán las ligar europeas porque tienen calidad más que de sobra.

Carlos F.