Turquía, todo corazón

Roberto Rossetti hincha sus pulmones y señala el pitido inicial. ¡Pííííí! Comienza el segundo partido de los cuartos de final de la Eurocopa 2008. Croatas y turcos buscan llegar a las semifinales, por primera vez en su historia, donde les espera la siempre todopoderosa Alemania. Croacia parte como favorita. Todos sus jugadores están disponibles, Turquía, a pesar de haber ganado los tres partidos anteriores, tiene siete bajas, entre lesiones y sanciones. Pero todo puede pasar: este campeonato está siendo un cúmulo de sorpresas. La primera fue la no clasificación de Inglaterra, casualmente por su derrota ante los croatas, y la segunda la eliminación de Grecia, actual campeón, sin vencer ni un solo encuentro. Así que no se mueva nadie porque el partido acaba de comenzar y Turquía es una experta en ganar partidos imposibles.

Los turcos abrazan a Rustu (EFE)

Y finalmente así ha sido. Turquía ha demostrado que es como el Ave Fénix una vez más. Ha resurgido de sus cenizas. Sin goles en los noventa minutos y con un gol de Croacia a falta de un minuto para el final de la prórroga. Los turcos ya están en las semifinales, después de deshacerse de Croacia en los penaltis. Una verdadera demostración de épica y fútbol.

Los dos conjuntos han saltado al campo con una equitación monocolor. De rojo los turcos y de azul los croatas. El campo parece una bandera del Barça descontrolada. Turquía ha salido muy colocada, tocando pausada y realizando jugadas muy elaboradas pero Croacia no parece intimidada y mantiene sus posiciones. Y de repente llega una jugada de esas que primero paran el corazón y segundos después renace acelerado: Modric centra un balón que Olic cabecea al palo y, un segundo más tarde, Kranjcar manda incomprensiblemente fuera. La jugada ha animado al equipo croata que no para de atacar y de provocar los ¡uy! de su afición.

Estamos llegando al final de la primera parte y el marcador no se ha movido desde el inicio. Los dos equipos están buscando el gol, Croacia con más acierto, pero ninguno ha encontrado todavía su Santo Grial. A Turquía le crecen los enanos. A las siete bajas ya contadas, hay que sumar la de Tuncay que lleva cojeando varios minutos. A ver qué se le ocurre al entrenador turco en el descanso. ¡Y tanto que los enanos! Tuncay ha recibido una patada en la rodilla, donde tiene los tacos tatuados de recuerdo, y tiene que abandonar el campo con el médico de la selección. Turquía termina la primera parte con diez jugadores. Así hemos llegado al final de la primera parte. Sin goles y sin excesivas jugadas de peligro.

Sin cambios. Han saltado al campo los mismos protagonistas. El descanso de Turquía se ha transformado en una siesta y los jugadores siguen dormidos. Olic ha tenido el gol en su cabeza. Ha estado en el área y ha cabeceado dos balones ante la atenta mirada de los defensas. Rustu no ha ayudado mucho dejándose robar el balón por no usar las manos. Turquía está encerrada en su área. Esperan un robo y un gol a la contra mientras Croacia busca espacios cerca de la portería de Rustu.

Bilic cae por los suelos de la banda al ver que su jugador falla lo infallable y que envía un balón, que bien valía un pase a la semifinal, al cielo. Los minutos siguen pasando pero el marcador continúa sin inmutarse. Cada vez queda menos tiempo. Rustu salva un golazo por la escuadra con la mano cambiada. Todo está en el aire.

Croacia ha acariciado la victoria en dos ocasiones clave pero ha dejado escapar la oportunidad. No ha habido tiempo para más. Nos vamos a la prórroga. Los croatas han salido como terminaron: a por todas. Pero Turquía no quiere ceder. Las semifinales son un pastel demasiado jugoso para dejarlo escapar. Tuncay sigue dando guerra sobre el césped y levanta a todo el público turco con un endiablado tiro que rozó la portería croata. Turquía aprieta las tuercas a Croacia los pone contra las cuerdas.

Demasiados minutos y demasiadas jugadas. Comienzan los tirones. Descanso de la prórroga. El agua corre entre los jugadores que se masajean entre ellos. El partido sigue loco y cada vez está más abierto. Croacia continúa con sus continuos ataques mientras los turcos van arriba con lo que tienen. Los penaltis cada vez están más cerca. El primero en romperse es Nihat, tres minutos antes del pitido final. Otra mala noticia para Turquía que pierde a uno de sus principales tiradores desde los once metros.

Pero no. Parece el adiós a los penaltis y a Turquía. Croacia marca en el minuto 119 por medios de Klasnic. Los hinchas croatas hacen estallar Viena con gritos y vítores. No hay que cantar victoria hasta el final. Como ya sucediera en su mítica remontada ante la República Checa, Turquía ha empatado en el último suspiro, en el minuto de descuento. ¡Este equipo es todo corazón! La fe de los turcos y el gol de Senturk los lleva a los penaltis.

Del cielo al infierno en cuestión de segundos. Así es el fútbol. Turquía a base de tesón, de fuerza y de fe está en las semifinales ante Alemania. Modric y Rakitic han tirado fuera la pena máxima mientras que Rustu ha parado el tiro de Petric. La epopeya turca sigue viva en la Eurocopa.