Con Tassoti en las retinas

Un escalofrío recorrería la espalda de Luís Enrique al escuchar el pitido final del colegiado que verificaba que Italia era, una vez más, el rival de España en cuartos de final. Nadie ha podido borrar de sus retinas las lágrimas del asturiano mientras su camiseta blanca se teñía de sangre y el árbitro negaba con la cabeza asegurando que Tassoti no le había dado un codazo en la cara. Esto ocurrió hace catorce años en el Mundial de Estados Unidos. Desde entonces nunca se han enfrentado en partido oficial (teniendo en cuenta que el partido que disputaron en Sydney 2000, donde se impuso España, no está considerado oficial por la Federación).

Luis Enrique, tras autolesionarse según el árbitro (EFE)

Luís Aragonés tampoco habrá conciliado bien el sueño al conocer su próximo obstáculo en la Eurocopa. El muñequito imaginario blanco que aparece a la derecha de El Sabio de Hortaleza le susurraba que España está desarrollando un juego muy superior a los italianos en este campeonato, mientras que el monigote con cuernos y vestido de rojo sólo gritaba “Italia nunca convence pero siempre vence”. Así que el seleccionador de la roja no ha parado de dar vueltas en la cama toda la noche, soñando ya con los cuartos y olvidándose del trámite de Grecia.

Tras el gol de Baggio, Salinas tuvo en sus botas el empate y mantener, aunque fuera durante unos segundos más, el sueño de seguir vivos en el Mundial. Pero no pudo ser. La mayoría de la afición española no recuerda más partidos oficiales entre ambos conjuntos, hay que retroceder hasta el 2 de septiembre de 1920 en los Juegos de Amberes para encontrar una victoria de la roja en partido oficial. España, en el cuarto partido de su historia, ganó 2-0 a Italia con goles de Sesumaga en un partido en el que jugaron Zamora y Pichichi. Hay que cambiar la historia, no tener que retroceder casi cien año para encontrar el triunfo de los nuestros.

La botella siempre se puede ver de dos maneras diferentes: está medio llena si sumamos todos los enfrentamientos contra Italia, amistosos y oficiales, donde de 27 ocasiones, España logró 8 victorias, 10 empates y 9 derrotas; con 28 goles a favor y 36 en contra. Pero, el recipiente está medio vacío si sólo se tienen en cuenta los partidos oficiales, donde el balance de los nuestros es bastante nefasto con una victoria, tres empates y cinco derrotas.

Borrón y cuenta nueva. España ha sorprendido gratamente, más por sus resultados que por su juego, y actualmente se codea con los grandes de este campeonato, Holanda y Portugal, como firme candidato para ganar la Eurocopa. Aragonés lo sabe. También sabe, y respira por ello, que dos grandes del equipo azurro: Pirlo, autor del primer gol frente a Francia, y Gattuso, uno de los cerebros del medio campo, verán el partido desde la grada. Hay que aprovecharse de estas importantes bajas, de que Villa sea el pichichi de este campeonato y siga con su instinto goleador intacto, de que Torres luche cada pelota como si fuese la última y sepa ceder goles que podría realizar de propia factura y de que el famoso “podemos” se pueda llevar a cabo.

España ha de romper con las estadísticas y con la historia, y vencer con su juego y sus goles. Por Luís Enrique, por Julio Salinas y por todos aquellos que sucumbieron ante la marea italiana.