Eurocopa: Jugar sin portero está de moda

Los años pasan y no todas las selecciones consiguen rejuvenecer sus plantillas con la misma o aún más calidad y si hablamos de los guardametas se trata de una autentica fortuna tener uno con garantías. Ingleses, franceses y alemanes desean tener un Casillas, Buffon o Cech pero nunca parece que llegan y sus equipos acaban pagandolo.

Sin lugar a dudas que la Eurocopa de Portugal del 2004 fue una de las que tuvo los finalistas más inesperados: Portugal y Grecia. Ambos sorprendieron por sus contrastes en el juego: por un lado, Portugal que practicaba un  juego ofensivo y Grecia, o casi casi podría llamarse Italia  con un futbol digno de denominarse Catenaccio 2. Y es que la defensa portuguesa en aquella época era prácticamente imposible de traspasar y sumado al buen papel de su portero Ricardo, marcar un gol era una tarea complicada.

Y nos plantamos en el 2008, Eurocopa de Austria y Suiza, con la finalista Grecia derrotada en primera ronda e italianos al borde del K.O. Realmente no se está caracterizando la competición por la solvencia de  las defensas y mucho menos la de los porteros. Thuram, Ramos, Zambrotta o Peter Cech han protagonizado algunas de sus peores actuaciones en lo que va de campeonato, cuando es justo el lugar y el momento de confirmarse como estrellas que son.

Y es que un error de un delantero o medio es prácticamente habitual en un partido, un defensa puede costarte caro pero el de un portero se paga y, además, no se olvida.  Y algunas de las selcciones más potentes de la Eurocopa juegan con miedo en sus poterias como es el caso de Portugal con Ricardo, Alemania con Lehmann y, como no, Francia con Coupet.

Ricardo

El guardameta del Betis es muy ágil y rápido, pero esas dos cualidades no compensan su falta de seguridad en los balones aéreos, sus extravagancias en la portería y sus dificultades para blocar balones o, al menos, para despejarlos a otro sitio que no sea el centro del área. Ante la República Checa aunque no pudo hacer nada por el gol encajado provocó más de una vez pánico a la aficción al rechazar balones a la frontal del área y por salir en falso a centros que llegaban desde las bandas.

Lehmann

El aleman es un portero que no ha jugado prácticamente nada con su equipo en esta campaña, el Arsenal, y eso claramente en seguridad se paga. En esta Eurocopa no ha demostrado que Wenger se equivocará mandándolo al banquillo. Es lento, ha perdido mucha agilidad y reflejos con los años y también es aficionado a salir 'a por uvas' en los balones colgados. Ante Croacia, el primero gol lo remata dentro del pequeña, un balón que debe ser del portero, y en el segundo tarda muchísimo en adivinar la dirección del del centro y que ,tras rebotar en el poste, Olic aprovecha para marcar. Un desastre.

Coupet

El portero francés no llega a cuajar realmente con la camiseta del gallo. Nunca ha sido un meta que haya transmitido mucha seguridad bajo los palos, y, con 35 años, sus facultades cada vez están más mermadas. Barthez no dejó el listón muy alto en la portería de la selección y no está claro que Coupet lo haya superado. Ante Holanda es difícil de entender qué hizo en el gol de Van Persie  ya que prácticamente se estaba yendo de la portería e incluso el balón impactandole a él parece que no estaba a lo que estaba.  Si antes de esta Eurocopa no mostraba signos de confianza, tras el varapalo de encajar 4 goles ante Holanda, realmente no se sabe que puede pasar con él.