La Locura Rojiblanca Ajedrezada

En Croacia ni se juega bien ni se juega mal, se juega en un estado de puro delirio o de total depresión. El deporte es lo que da alegria en un país en transicion que lo ve todo mal; pero las medallas de oro y las victorias en los europeos y mundiales hacen que la gente olvide sus penas. Los croatas se lo tragan todo: basket, balonmano, waterpolo, esqui y tenis. Pero la pasión por el fútbol traspasa fronteras, es algo importante que la nación esté entre los diez primeros del mundo; la razón por la que seguir la segunda división española, porque Mate Bilic esta marcando goles para el Sporting de Gijon; el motivo por el que los croatas saben que Ana Obregón es la actriz, presentadora y escritora más grande de España, sin conocer nada de su obra.

La marea ajedrezada

Desde la caida del Muro de Berlin, Croacia ha sido, junto a la Republica Checa, la mejor selección de Europa del Este... la pena es esa, que nadie quiere reconocer que Croacia forma parte de esa zona, país mediterráneo, o pan-europeo; resumiendo, parte de la gran cultura occidental.

La falta de reconocimiento por parte del Oeste, real o imaginaria, es algo que une a todos para dar la cara. Un país dividido entre los del mar, los de la montaña, los de Zagreb, los de Hajduk Split y Cibalia de Vinkovci, se une para mostrar su orgullo en lo único que puede: la seleccion. Pero lo hacen manteniendo sus diferencias, muchos con las camisetas de regalo de las grandes cerveceras croatas, otros con sus equipaciones de balonmano o sus gorros de waterpolo, cuanto más exótico más valorado, es aquí donde se muestra la "Croatividad" de los aficionados: en Croacia, todos son Manolo el del Bombo.

Por eso las mujeres planifican el día de su boda para que no coincida con un partido de Croacia, porque pocos quieren ver a la novia de blanco cuando juegan los blanqui-rojos. El gobierno hace sus planes según la situación de los "Vatreni" (hombres del fuego): si Croacia juega bien, la subida de precios y la prolongada espera a la Unión Europea no está tan mal, pero con un 1-1 contra Malta el país se convierte en un infierno. Aprovechando la victoria contra Alemania, los precios de pan, leche y gasolina han subido de nuevo.

El problema es que la selección juega pocas veces al año, y como a los croatas les gustan la birra y las casas de apuestas, cuando no hay fútbol de selecciones se tiene que ver futbol de ligas... Pero de las ligas española, italiana o inglesa, porque la liga croata sola no da la emoción necesaria para vivir. Si vas a los bares de "Liepa Nasha" (Nuestra Linda), podrás escuchar conversaciones sobre cómo ha jugado el Depor los últimos tres partidos, si el Manchester City puede ganar al Bolton en la Copa y/o quién tiene más posibilidades de subir, si el Málaga o la Real (los que han ido con los andaluces son un poco más ricos y felices hoy)... hasta que no empieza el partido de Croacia de nuevo.

La gente no esperaba mucho de esta Eurocopa, las semifinales eran un sueño, los cuartos (ya cumplidos) eran lo esperable. Lo importante era que este joven aprendiese a jugar en grandes competiciones de cara al Mundial del 2010. Pero ahora los croatas sí creen que se puede pasar de cuartos, y es por este espíritu que se decepcionan y hunden cuando empatan a cero contra Japón o pierden contra Ecuador; pero también es por lo que no hay nada más importante en la vida que el fútbol cuando se vence a Inglaterra, Italia o Alemania. Todos salen a la calle, y desde la luna se pueden ver ríos roji-blancos en cada pueblo del país.