Hoy juega la Ñ

"Pepe, ponte otra caña que el vaso está vacío. Y estírate con la tapa que antes te quedaste corto". Llegó el momento de debutar, llegó el momento de la Selección Española. Después de las críticas y de las ilusiones, después de los aciertos y de los errores y después de movilizar a un país entero: es el turno de ellos. ¿Responderán?

A las 17,30 h. el que pueda y el que no pueda preparará su sitio en el sillón o en la cafetería del trabajo. Habrá quienes tengan que alegar una reunión urgente o un aviso inmediato; lo cierto es que todos los españoles, pese a lo roto que algunos dicen que está esto, escucharemos el himno nacional de una manera diferente al resto de selecciones. Ni mejor ni peor.

Hemos escuchado a los italianos cantar con fuerza su letra y hemos visto a alemanes poner el rostro serio y la mirada fija mientras sonaba el suyo. Los franceses y su Marsellesa. Los españoles, tras tanta letra fracasada, viviremos ese momento de manera personal. Nuestro himno emociona por su musicalidad, y lo bonito será que 43 millones de españoles interpretarán el himno compaginando una dósis de individualidad y una dósis de sentimiento común.

No hay 2 Españas como alertan algunos, hay 43 millones. Y eso es lo bonito, que 43 millones de formas diferentes de concebir un país sean capaz de unirse por un himno y por un sentimiento. No quiero una única España, eso apesta a blanco y negro. Deseo que todos los españoles hoy nos unamos en torno al fútbol, en torno a un país. Ideas diferentes y concepciones distintas juntas por un mismo nexo.

Algunos tararearán el himno, otros guardarán silencio. Habrá quien ponga la mano en el pecho y habrá quien mire al cielo perdido. Pero todos, absolutamente todos, estaremos escuchando la misma sintonía, los mismos acordes.

No tengo envidia de aquéllos países que presumen de unidad y de fortaleza porque tienen mucho que callar y mucho dolor que curar por el mundo. Su historia las hace presas. A nosotros nadie nos puede echar en cara nada, y si algo podemos hacer es autocrítica y balance de otros tiempos de fusiles y revanchas. Para que aquél capítulo tan negro y tan trágico de nuestra historia no vuelva a suceder, para que desterremos de una vez por todas aquél rencor y aquél error, tenemos que abrazarnos TODOS en torno a esta Selección, que cuanto más lejos llegue, más nos unirá como país.

Esta tarde dejemos las críticas para después y demos confianza a los que nos representan en el campo. Y cuando suene el himno de la Selección, seamos conscientes que otros 43 millones de personas también lo están haciendo.

Han estado demasiado tiempo vendiéndonos desde fuera que el McDonads es lo último y que la cerveza alemana es la más rica. Siempre nos da por comer pasta o por hablar en inglés. ¿Ok? Pues esta tarde no. A las 18 h juega el jamoncito español regado con un buen Rioja, a las 18 h juega esa cerveza bebida a morro y esos gritos típicamente españoles. ¿Y qué? Con orgullo lo llevamos.... Y después, a criticar al Seleccionador, como debe ser, porque PENALTI CONTRA GOL ES GOL. De toda la vida.

Carlos F.