El Día de la Marmota en Roland Garros

Los últimos días del torneo parisino se parecen últimamente al argumento de la película “Atrapado en el tiempo”. Una semifinal y la final se repiten en los últimos tres años. Y, esperemos, con los mismos resultados.De nuevo Nadal y Djokovic. De nuevo Nadal ganando. De nuevo Federer se mete en la final –aunque con rival distinto-. De nuevo la misma final.

Nadal-Djokovic

Nadal ha ejecutado un torneo modélico, sin desgastes innecesarios, aunque su estado de forma previo levantaba algunas dudas. Los primeros partidos fueron caóticos debido a la lluvia y las consiguientes suspensiones, lo que provocó que las primeras rondas se concentraran en muy pocos días. Nadal ha tenido que jugar partido por jornada, casi hasta la segunda semana.

Djokovic llegaba a París extramotivado, con la posibilidad de alcanzar el segundo puesto del ranking y meterse, por fin, en esa final de grand slam que se le resiste (como la de (Wimbledon). Se esperaba más de él, pero cuando salta a la arcilla y al otro lado de la red tiene a Nadal, parece que se le esfuma buena parte de su enorme talento.

Nole no llegó al partido hasta el tercer set, cuando el marcador mostraba un más que preocupante 6-4 6-2. Y el tercero tampoco pintaba bien con un 3-0 en contra y servicio de Nadal. Y ahí empezó a aparecer el serbio, rompiendo el servicio de Rafa y llegando al 5-4. Cuando parecía resuelto el encuentro, Djokovic sacó los mejores golpes del repertorio y consiguió empatar el partido. Llegó incluso a tener bola de set.

Un Nadal muy sólido, sin que le temblara el pulso, neutralizó el peligro para llegar al juego de desempate y allí le endosó un parcial de 6-0 que prácticamente decidió la semifinal, con un 6-3 en el marcador.

El partido fue emocionante, lleno de puntos de gran mérito. Se vió a un Nadal agresivo y rápido que hizo inútiles los extraordinarios golpes de Djokovic. Boleas altas de revés ejecutadas de espaldas que entraban, golpes de esquina a esquina a las que no sólo llegaba Nadal, sino que los devolvía como ganadores; derecha ganadoras de Nole que se quedaban en la red …. Y el servicio, en el que Rafa ha experimentado una gran mejoría, que se hizo decisivo: 72% de Nadal contra el 54% de Djokovic, quien tiene en su saque una de sus mejores armas.

En cuanto a errores, 28 del serbio por sólo 16 de Nadal y en el capítulo de puntos ganadores, también la estadística se pone del lado del español: 58 a 66. Así que parece terminar el mito del jugador defensivo.

Hemos visto a Nadal subir a la red y bolear con maestría, sacar partido de las dejadas y la misma concentración de siempre. De hecho, sus números frente a Nole en la red también arrojan un resultado favorable para Rafa.

Federer lo tuvo más crudo contra Monfils, quien le ganó el segundo set y el cuarto estuvo a punto de perderlo. Roger jugó un partido malo, para lo que nos tiene acostumbrado. Inconsistente y errático. Sólo colocó dos puntos directos, nos sorprendió con una doble falta y un número de errores no forzados inusual en él: 30.

Nadal llega a la final con un torneo impecable: no ha perdido ni un solo set. Federer ha dejado parciales en los partidos contra Monfils, González y Albert Montañés.

Mañana se repite el Día de la Marmota y, confiemos, con el mismo resultado.