Iniciar sesión | Registrarse | ¿Por qué registrarse?
  • Podrás comentar las noticias con el nombre que elijas
  • Podrás subir tus noticias en soitu.es y guardarlas en tu propia página

El Sr. Carrefour ya tiene en qué invertir

Archivado en:
medio_ambiente
Por glaire
Actualizado 02-06-2008 18:02 CET

Un chico de 16 años ha conseguido reducir el tiempo de descomposición de las bolsas de plástico a tres meses.

Muchos somos los que, aun sintiéndonos incómodos, seguimos usando las bolsas de plástico que el supermercado nos brinda para transportar nuestra compra. Lo que ha sido una de las principales luchas de los ecologistas parece haber ganado fuerza en los últimos años. Y es que se producen 500 millones de bolsas al año en todo el mundo y para que el plástico se descomponga hacen falta miles de años. Las bolsas de plástico son pues uno de los problemas más graves para la contaminación y el cambio climático.

Pero lo que me parece alucinante es que, habiendo tantos gritos de alarma al respecto, haya tenido que ser un chico de 16 años el que diera con una solución que parece bastante
evidente (y eso que no soy de ciencias), reduciendo el largo proceso de descomposición a tres meses.

Daniel Burd, estudiante del instituto de Waterloo (Ontario), en Canadá, se planteó como
proyecto escolar cómo es que las bolsas, aunque haga falta tanto tiempo, acaben por
descomponerse. Llegó a la conclusión que debía haber algún microorganismo no muy común implicado en la desintegración del plástico. Teniendo en cuenta que las bacterias suponen entre un 50 y un 90% del volumen de la biomasa del planeta, no es de extrañar que el joven apostara por ellas para solucionar un problema ecológico.

Daniel mezcló basura doméstica con levadura y agua del grifo, añadió las bolsas de plástico que había convertido en polvo y coció la mezcla a distintas temperaturas. Observó que el plástico se descomponía más rápido que en la naturaleza y, después de meses de
investigación, consiguió aislar los microbios que se comen el plástico (Pseudomonas y
Sphingominas).

Según cree el chico sería bastante fácil reproducir el proceso a escala industrial:
sólo se necesita un fermentador, un medio de crecimiento, las bacterias y el plástico.
Las bacterias se encargarían de aportar la energía necesaria para calentar la mezcla,
ya que estos microbios producen calor a medida que comen. Como contraindicación están las pequeñas dosis de dióxido de carbono que se producen en el proceso.

Con su proyecto, Daniel Burd ganó el primer premio en la feria de ciencias de Ottawa y gracias a su perspicacia se podría haber solucionado uno de los problemas ecológicos más graves que apuntan los ecologistas y lo que es más importante: no tendríamos que sentirnos culpables para llevarnos a casa la bolsa de plástico del super.

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Nuestra selección

Hasta la vista y gracias

Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.

El suplicio (o no) de viajar en tren en EEUU

Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...

Presidimos la UE: que no falten los regalos para los periodistas

Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.

Soitu.es vuelve a ganar el premio de la ONA

A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.