La importancia del balón

El rey del juego es un mendigo sin el gol. España, a nueve días de su estreno contra Rusia en Innsbruck, es un equipo parsimonioso que vive en el centro del campo controlando el balón de forma dictatorial. Allí, la calma que impone genera desidia y lo que al principio parece interesante llega a convertirse en un ejercicio de pedantería. Síntomas generados del mal uso del balón.

Esta no es la típica crónica de un partido de la Selección cuando se acerca un torneo de enjundia. Tampoco se trata de venerar a la 'roja' como la Octava Maravilla del mundo, que gana una Eurocopa antes de jugarla. Lejos de la realidad, España se impuso a Perú cuando el garrote vil estaba a punto de dar muerte al reo. 2-1, con golazo de Capdevila en el descuento para un conjunto que vive y muere en la medular domando el único objeto con el que se pueden conseguir los goles.

La España del toque domina los partidos y aburre a los rivales, pero le cuesta horrores crear ocasiones. Mucho más materializarlas. Su tiranía con el esférico recuerda a la de esa Holanda que se adjudicó la Eurocopa en 1988, pero salvando las distancias porque allí jugaba un tal Marco Van Basten. El nuestro se llama Fernando Torres, un jugador capaz de alterar los biorritmos de Anfield y provocar sueño en Huelva. Un chaval con sonrisa permanente en Inglaterra y eterno rostro de deseperación con la Selección.

El problema de España

Las constantes vitales de España parpadean. Si en la delantera tienen al segundo máximo goleador de la Premier y el actual Bota de Plata (Güiza), la defensa tiene la misma fragilidad de un jarrón chino. Entre medias están los 'jugones', esos encargados de darle brío al juego con su elemento favorito: el balón. Tocan, tocan y tocan... sin pararse a pensar que los excesos siempre son nocivos. Iniesta, Xavi, Xabi Alonso o Silva son auténticos estrategas del cuero, pero deberían prodigarse más por el área rival, desde donde hay claras opciones de hacer gol.

Esta Selección tiene un problema de amnesia: a veces se le olvida que está jugando. Aunque Luis cambie el sistema (4-4-2 en el primer tiempo y 4-5-1 en el segundo), aunque debuten jugadores nuevos (De la Red, Cazorla o Sergio García) y aunque el rival sea Perú. Por méritos propios, España no es favorita para nada en Austria y Suiza y lo peor es que nunca se lo ha creido. Ese hándicap de mentalidad frágil afecta a jugadores como Cesc, Iniesta o Xavi, que son actores principales en sus equipos, pero figurantes en la Selección.

A todo esto, el primer gol lo marcó Villa tras un gran pase del propio Xavi, pero un error de Marchena posibilitó el empate de Reginfo para Perú, que cumplió con su papel de 'sparring'. Capdevila puso el 2-1 siguiendo con su idilio con la Selección. El catalán es, hasta el momento, el único halo de luz para un equipo previsible y anodino que dentro de nueve días debuta contra Rusia. Para el partido se llevarán un balón en la mochila, pero más cuenta les tendría llevarse un manual para saber qué hacer con él.