Muertos de guerras olvidadas

Es la historia que se repite cada día. Morir, matar, seguir viviendo, es algo demasiado común en cientos de países de todo el mundo. Son las guerras olvidadas, decenas de conflictos que jamás llegan a los titulares de los periódicos, ni son teletipos de agencia, ni reportajes de los magazines de los domingos. Morir en el Tercer Mundo significa  morir en el más absoluto de los anonimatos.

No todo es Irak, Afganistán o Líbano. En el mundo, hay decenas de personas que mueren por la locura de unos pocos que les usan como marionetas rotas.  Los nombres de Argelia, Burundi, Uganda, Liberia o Sudán se unen a otros como Cachemira o Sri Lanka. Seguro que hoy no sale en ningún periódico, pero  33 guerrilleros y dos soldados en este último país en un conflicto que dura 25 años, que son los mismos que los tigres tamiles reclaman un estado propio.

Políticamente interesa más contar una matanza en Irak, o un atentado de Al Qaeda. Pero eso no oculta que en países como Turkestán oriental, cerca de China, se vivan guerras similares todos los días. Turkestán es independiente y rico en petróleo. Por eso, la dictadura China quiere sus recursos y ya ha hecho alguna que otra incursión de su ejército, que se ha saldado con más de 30 muertos. Se ve que el petróleo es más importante que los muertos por el terremoto.

Ahora mismo, 16 de mayo de 2008, se vive  en unos 20 países una contínua guerra olvidada. Pero los datos son verdaderamente estremecedores si echamos la vista un poquito atrás. Allá va una ración de memoria histórica: según el programa de investigación del gobierno de Estados Unidos, "Correlaciones de guerra" desde 1945  hasta 1999 se han producido unos 3,3 millones de muertes solamente en el campo de batalla; y en un total de 127 guerras civiles se han cobrado sobre el terreno 16 millones de muertos. Para que se hagan una idea, se calcula que los muertos en los campos de concentración nazis fueron unos 6 millones.

¿Qué ocure en el mundo para que nos olvidemos tan fácilmente de lo que está pasando más allá de nuestras narices? ¿Por qué Uganda, Cachemira o Sri Lanka jamás aparecen en los grandes mass media? Los muertos de las guerras olvidadas son tan lamentables como los de cualquier otra. Por eso, todos debemos luchar para que la voz que menos se escucha tenga algo de eco en la sociedad sorda que entre todos hemos construído.