El comunicado de los padres de Antonio Puerta

Los padres de Antonio Puerta, el inolvidable jugador del Sevilla FC, han emitido un comunicado ante la celebración, el próximo martes día 13, de un partido organizado por UNICEF y por la Fundación Kanouté Champions for Africa. En dicho partido, se ha creado una fila 0 para recaudar un dinero destinado a la educación de Aitor Puerta, su hijo.

Antonio Puerta. Imagen: www.jesusalvarado.com

En el comunicado se vierten acusaciones muy graves tales como que “ni la imagen, ni el nombre de Antonio Puerta ha sido solicitados a esta familia, para ser utilizada en dicho partido, por ningún miembro del Consejo de Administración del Sevilla FC ni de su Presidente Sr. Del Nido”, acusando al Presidente de “en numerosos medios de comunicación utilizar el nombre de Antonio Puerta y su fallecimiento para ensalzar los sentimientos de la afición sevillista y aparentar un presunto dolor, en su propio provecho, ocultando que en más de 8 meses ni siquiera ha sido capaz de realizar una sola llamada de teléfono a esta familia” y manifestando que dudan que “la iniciativa del Sr. Del Nido, en la celebración del partido homenaje, la realice por sentimientos de dolor" y que creen "que lo realiza única y exclusivamente para reforzar su imagen de Presidente ante la afición del Sevilla FC”. También manifiestan que “el deseo de la familia era realizar un homenaje a puertas abiertas para todos los aficionados al fútbol, en agradecimiento al cariño mostrado por ellos, como ya se le hizo saber en su momento al Presidente del Sevilla FC”.

El club se ha visto obligado a emitir un comunicado de respuesta ante la gravedad de tales acusaciones.

La muerte de Antonio es uno de los acontecimientos más dolorosos que  he vivido en los últimos años, por lo cercano. Es difícil de explicar lo próximo que puede sentir un seguidor a un jugador de su equipo. Yo no sabría. Con ese dolor me quedo y con lo que me hizo disfrutar.

Pero cada familia es un mundo que uno maneja mientras está vivo, nunca desde la muerte. Y en el trasfondo de todo esto subyace la guerra de una familia por los despojos, en este caso suculentos, de la tragedia.

No sé qué pensaría Antonio Puerta si viese a sus padres obligando a su compañera, a la que él eligió libremente, a la que amaba, teniendo que demostrar su paternidad sobre Aitor ante un tribunal. Ni tampoco sobre esa supuesta exclusividad que se arrogan sus padres sobre su imagen y su nombre. Supongo que Aitor tendrá algo que decir sobre esto en el futuro y, por supuesto, su compañera.

Lo que sí sé, porque es patente, es que aquí hay una madre que está sufriendo todo esto en silencio. Mar no dice nada en un inmenso alarde de prudencia. Mar calla y respeta, cubre su dolor con un velo callado y continúa viviendo, ahora para su hijo, el recuerdo más vivo que le queda de él.

La vida que a uno le toca vivir jamás se elige. Por eso me acuerdo a veces de Aitor, por lo duro que debe ser crecer sin un padre, por lo doloroso de tener que descubrir un día a tu familia rota por el cochino dinero. Suerte chaval.