La televisión: nuevos formatos para explicar historias.

El cine palidece desde hace años. La TV sigue en pleno auge. ¿El futuro del cine está en la televisión? Durante esta semana se celebra la segunda edición del MálagaTV, festival nacional de cine y ficción para televisión. Este festival nació el año pasado a la estela del ya consolidado festival de cine español como una opción de futuro, un futuro en que los contenidos audiovisuales se consumirán en la pantalla del salón.

El festival MálagaTV pretende recoger los telefilms que se hacen en España y darles una oportunidad de “dignificarlos”. El formato telefilm es el hermano pobre del cine y aunque durante estos días se ensalcen sus cualidades y calidades, hay que ser conscientes de cómo están considerados. No en vano, son productos de menor presupuesto, de menor tiempo de rodaje, de una calidad técnica diferente y de menor presión y riesgo. Acostumbran a estar subvencionados por alguna cadena de televisión, así que su emisión está garantizada. Por ello se convierte, a veces, en la pista de prácticas de algunos directores noveles antes de dar el salto a la dirección de un “grande”. Este es el caso de Sergio G. Sánchez, guionista de “El orfanato” y que presentó en Málaga su telefilm “Las manos del pianista”. Actualmente, Sergio está preparando su primer largometraje y tal y como comentó en la rueda de prensa le propusieron esta dirección para ir cogiendo rodaje ya que “parece que no se ha de demostrar nada”.

Si bien el formato telefilm no goza de excesiva popularidad en nuestro país (¿alguien se acuerda de algún título?) sí que es cierto que en la televisión se presentan oportunidades para explicar historias adaptadas a nuevos formatos y nuevos estilos de consumo. La televisión puede ser un medio para el que se realicen buenos productos audiovisuales. En Estados Unidos lo tienen claro y quizás los mejores productos que están saliendo de ese país corresponden a series de televisión (ver artículo sobre el tema: El octavo arte).

De todas maneras, en este país se sigue desprestigiando el medio televisivo y ensalzando el cinematográfico. En algunas películas se critica, por ejemplo, que haya caras conocidas de la televisión o se tilda, despectivamente, de película de estilo televisivo. Quizás si se cree en el medio y se apuesta por él se puedan hacer buenos productos. Y probablemente no será una opción equivocada ya que el futuro del audiovisual pasa, seguramente, por el sofá y la televisión de plasma.