Colza rediviva  

El Gobierno recomienda no consumir aceite de girasol al descubrirse partidas contaminadas procedentes de Ucrania. Dicen desde el ministerio de Sanidad que no hay riesgo para el consumidor... pero entonces, ¿por qué recomiendan que no se consuma si no hay ningún riesgo?

Eso mismo opina la Federación de consumidores. Si no pasa nada por consumir aceite de girasol, ¿por qué se recomienda que no se consuma? Esta es la enésima crisis alimentaria que hemos sufrido en España. Hace no mucho, la aparición de casos de dos muertes en Castilla y León por la enfermedad de las vacas lacas. Y cuando no es la vaca es la gripe del pollo o el constipado del conejo... La cuestión es que el consumidor siempre tiene la mosca detrás de la oreja.

Y es que la tragedia del aceite de colza, -síndrome tóxico que fue la puntilla en su día de la UCD, sobrevuela cada vez que se reproduce uno de estos temas. La crisis del girasol nos hace recordar los primeros 80, cuando cientos de personas se dejaron la vida por consumir aceite industrial. El Gobierno negaba cualquier crisis, ayer como hoy, pero quienes pagaron el pato fueron los consumidores.

Ahora es el girasol, esa colza rediviva, el que nos mete el miedo en el cuerpo. ¿Sabemos lo que comemos? Mejor ni pensarlo...