El timo del USA Pressing Catch

Pitidos, silbidos y un lema común, 'Manos arriba, esto es un atraco'. Así transcurrió anoche, 19 de abril, este penoso espectáculo en el Palacio de Vistalegre de Madrid. Decepción y sensación de timo colectivo con entradas que costaban entre 70 y 28 euros.  

'El verdadero wrestling americano como jamás lo habías visto'. Hay que reconocer que la promesa de la organización era cierta. Nunca imaginé asistir a un show tan patético. Había sacado las entradas en Navidad, cuatro meses antes, y ya sólo quedaban del gallinero. Mis hijos, de 14 y 11 años, estaban ilusionados por ver en vivo y en directo a los luchadores con los que se divierten en la tele. Nada más lejos de la realidad.

Una hora más tarde de lo previsto, a las 21:30, comenzó el encadenado de patochadas sobre el ring. Aunque el público era español, tanto los luchadores como el presentador hablaban en inglés, salvo dos o tres luchadores mejicanos que soltaban alguna frase en castellano.  Incluso para quienes entienden inglés, era imposible descifrar el yanqui del Bronx escupido por una megafonía deficiente. Cualquier aficionado sabe que buena parte del éxito de estos combates se debe a los comentaristas. Con lo fácil que hubiera sido contratar a los mismos que en Cuatro encandilan a los crios con las acertadas frases que salpican la lucha. Héctor del Mar, un veterano comentarista deportivo, y Fernándo Costilla, ácido guionista, hubieran retransmitido lo que no deja de ser divertida farsa, con talento y sobre todo en el mismo idioma que hablan quienes asistían atónitos a la representación. 

Nunca antes había asistido a un show de wrestling, aunque intuyo que lo que vimos no dista demasiado de lo habitual. El problema es que la nueva generación de fans infantiles del pressing catch no se han enamorado del espectáculo en genérico, sino de unos luchadores en concreto y de la manera de retransmitir de Cuatro. Y lo chungo del tema es que la publicidad, que aparecía en la misma cadena, te hacía creer que ibas a asistir a una velada con los mismos combates que se ven en la tele. Y eso que en los foros de esa misma cadena, muchos se quejaban previamente de que los luchadores no eran los que aparecen en pantalla. Incluso, alguno había devuelto las entradas adquiridas en El Corte Inglés, tras montar el consabido 'pollo'. Otro de los fallos gordos es que el pressing catch es un espectáculo muy televisivo pero en el recinto no había más que un minimonitor que sólo se veía muy de cerca y desde una zona del Palacio.

Los que hoy asisten al show en Bilbao están condenados a tragarselo, pero todavía queda esperanza para los que en junio tienen entradas para Las Palmas, Barcelona y Zaragoza. El espectáculo no es de recibo.