Jornada de puertas abiertas en la Central Térmica de Orcasitas

El Foro por Orcasitas, entidad que agrupa a los diferentes colectivos y entidades sociales de este combativo barrio obrero del sur de Madrid, organizó el pasado 17 de abril una jornada de puertas abiertas dedicada a su emblemática central térmica, modelo por su gestión, su eficiencia energética y su escaso consumo.

La iniciativa se enmarca dentro de la campaña de movilización de los vecinos, que llevan meses reclamando el arreglo de la red exterior de tuberías al Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA), organismo dependiente de la Comunidad de Madrid y propietario de la infraestructura. El mal estado de esta red, que conecta la caldera central con las viviendas, provoca que se produzcan averías a menudo, por lo que en multitud de ocasiones las 2.300 viviendas a las que da servicio se quedan sin calefacción. Según el IVIMA, el coste debe ser asumido por los propios vecinos porque éstos son los dueños de las viviendas y por tanto responsables de su mantenimiento, lo que incluye la calefacción. La postura de los vecinos es bien distinta. Como señala Juan Cordero, portavoz de la Mancomunidad de Calefacción, entidad encargada de la gestión de la central e integrada en el Foro, “no estamos pidiendo que nos arreglen los radiadores de nuestras casas, sino los sistemas comunes, que pertenecen al IVIMA”. El coste de las reparaciones se acerca a los 3 millones de euros, una cantidad muy elevada para Orcasitas, cuyo indicador de renta está en torno al 50% de la media regional; “la Comunidad de Madrid tiene que entender que este es un barrio social donde muchas personas cobran pensiones de 500 euros” explica Cordero. Si el IVIMA no asume el gasto, cada uno de estos vecinos deberá pagar 1.400 euros.

La central térmica fue construida en los años 70, cuando se acometió el proceso de remodelación integral del barrio. Desde entonces los vecinos se encargan de su buen funcionamiento a través de la Mancomunidad de Calefacción, que de este modo ahorra el trabajo al IVIMA. Al principio era alimentada por gasóleo, pero en 1995 se decidió cambiar al gas natural por ser éste el más limpio de los combustibles fósiles. El gasto de esta transformación, así como el de otras mejoras de ahorro energético, alcanzó los 500.000 euros, y fue costeado íntegramente por los vecinos a través de la Mancomunidad. Después de la reforma, la central ha reducido en un 8% el consumo de energía eléctrica y en 1.215 toneladas las emisiones anuales de dióxido de carbono a la atmósfera, además de haber eliminado casi totalmente el dióxido de azufre.

En este último año la Mancomunidad ha seguido trabajando en la disminución del gasto y de la contaminación y se ha abierto además a las energías renovables con la instalación de paneles fotovoltaicos. El objetivo es, según Cordero, “aumentar la autosuficiencia energética de la central, que el consumo de electricidad sea cada vez más autosuficiente”. La potencia de los paneles alcanza los 20 kilovatios, cantidad que permite cubrir el 25% del consumo eléctrico de la central y reducir de forma indirecta las emisiones de dióxido de carbono. Todo ello ha sido costeado de nuevo por el vecindario.

El Foro por Ocasitas tiene claro que esta ejemplar gestión de la Mancomunidad es otra razón más para que el IVIMA asuma los gastos de reparación de las deterioradas tuberías. Los vecinos piensan que con la central térmica la administración regional está ante una gran oportunidad para demostrar con hechos contrastados que quiere contribuir al ahorro energético y a la defensa del medio ambiente. Al mismo tiempo, con el apoyo a esta infraestructura se estará dando ejemplo a los nuevos barrios para que adopten este sistema de calefacción más social y ecológico.