Cuba tendrá su ley sobre derechos homosexuales

La Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (parlamento cubano) espera aprobar una ley sobre los derechos de los homosexuales entre junio y julio próximos. El proyecto de ley ha sido presentado por el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), del que es directora Mariela Castro, la hija del presidente cubano Raúl Castro. En la actualidad se encuentra en estudio por las comisiones correspondientes.

El proyecto de ley propone el reconocimiento legal de las parejas gay, la posibilidad de que los transexuales puedan cambiar oficialmente su nombre y el reinicio de las operaciones de cambio de sexo.

Sin embargo, el tema del matrimonio entre homosexuales no se aborda, al no existir consenso. Por un lado, el ministro de Cultura, Abel Prieto, se manifestó a favor de su aprobación, mientras el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón y la Jerarquía eclesiástica, por boca del Cardenal Jaime Ortega, se manifestó en contra. “Debemos considerar con el debido respeto, no sólo a los católicos –manifestó Alarcón- sino a todas las religiones cristianas que consideran al matrimonio como un sacramento”. Mariela Castro restó importancia a este debate ya que, según ella, en Cuba, como institución, es mucho más importante la familia que el matrimonio.

Otro tema en el que al parecer tampoco hay consenso es en el de la adopción por parte de parejas homosexuales. A este respecto, la directora del CENESEX manifestó que no se trata de un problema urgente, ya que en Cuba casi no hay niños en adopción, ni siquiera para parejas heterosexuales.

Los homosexuales son una de las minorías sociales históricamente más marginadas. Desde que triunfó la revolución el gobierno se dedicó a reprimirlos, incluso recluyéndolos en granjas de trabajo, que más adelante fueron cerradas. La condición homosexual ha supuesto siempre un impedimento para obtener trabajo en determinados sectores, como educación y puestos de dirección, e incluso ocasionaba problemas a la hora de estudiar en algunos centros. De hecho, en todo este tiempo tan sólo un transexual ha podido cambiarse de sexo en el país, mientras hay una treintena a la espera de la aprobación de la ley.

Este no es más que otro paso en el camino de los cambios que el nuevo presidente de Cuba anunció en su discurso de asunción ante la Asamblea Nacional tras su elección. También queda de manifiesto que la Iglesia católica es un ser camaleónico bajo cuyas escamas se esconde el mismo concepto restringido e interesado de la libertad de siempre.

Vía: BBCMundo.com