La libertad de expresión en Arabia Saudí

Un Blogger lleva desde diciembre detenido sin acusación formal tras criticar al régimen.

En España muchas veces no apreciamos la gran libertad de expresión que disfrutamos. Hay pocas líneas rojas y es difícil cruzarlas. Pero cuando lo consigues dibujando al príncipe en “actitud comprometedora” , tu revista gana lectores y notoriedad internacional.

Sin embargo, unos meridianos más al este y un paralelo más al sur, las cosas son bien diferentes. Hacer referencia a la parte más incómoda de la realidad puede llevarte a la cárcel sin acusación clara y sin garantías legales.

Eso mismo le ha pasado a Fouad Al-Farhan, que lleva desde el 10 de diciembre en la trena “siendo investigado la policía”. Fue detenido después de acusar al gobierno saudí de acusar a los disidentes de terroristas, que nada tenían que ver con islamistas violentos. Se organizó una campaña y el asuntó llegó incluso a la CNN. Con la visita de Bush al Reino Saudí todos esperaban su liberación como un gesto de buena voluntad. Sin embargo, ni Bush mencionó el tema ni Abdullah lo liberó. ¿Cuántos meses más habrán de pasar para su liberación?

Si nos hacemos eco de ésta y otras historias, lograremos que la censura sea contraproducente, como lo fue en el caso El Jueves, cuya polémica portada fue traducida a varios idiomas y consiguió más atención de la que nunca habría tenido sin la intervención judicial.

El fenómeno blogger en Arabia Saudí es muy interesante. El gobierno llegó a bloquear Blogspot para luego dar marcha atrás y ahora duda si censurar YouTube o no. Y es que no se puede ir contra corriente indefinidamente. Hoy internet es el medio más usado por los jóvenes saudíes para informarse. Muchos han aprendido a saltarse las barreras técnicos que impiden el acceso a las páginas censaradas.

Y es que no hay nada más atractivo que lo prohibido.