Una noticia aparentemente falsa circula últimamente en Internet, provocando el linchamiento mediático del artista Guillermo Vargas, alias Habacuc, al que se le acusa de haber dejado morir a un perro en una de sus creaciones.
Una popular paradoja que creó el genio de la física Erwin Schrödinger para explicar la teoría cuántica dice que hay un gato encerrado en una caja. En esa misma caja hay una pistola conectada a un contador Geiger apuntando al gato. El contador se encuentra a su vez conectado a un fragmento de uranio. Este uranio es inestable, por lo que sufrirá una desintegración radiactiva. Al desintegrarse, el contador Geiger lo detectará, disparando la pistola y matando al gato. ¿Cómo podemos saber si el gato está vivo o muerto antes de abrir la caja? Tal como dicta la teoría cuántica, antes de abrir la caja el gato se representa por una función de onda que describe la suma de un gato muerto y un gato vivo.
Schrödinger quería poner respuesta a la pregunta "¿Está un gato muerto o vivo antes de que se le mire?", que traía de cabeza a aquellos que se mostraban críticos con la teoría cuántica. Algo parecido ocurre hoy en Internet, pero esta vez se trata de un perro, nada relacionado con la teoría cuántica, pero muerto y vivo al mismo tiempo.
La historia de este perro es la de Guillermo Vargas, cuyo nombre artístico es Habacuc, al que se le acusa de haber dejado morir de hambre a un perro en una de sus creaciones para una feria de arte en Managua. La obra habría estado representada por un perro famélico atado con una cuerda a una pared, al que se dejaba morir lentamente de inanición. Esta falsa noticia ha sido reenviada por diversos correos en cadena, difundida en foros de Internet y recogida en algunos medios minoritarios, a menudo acompañadas de algunas fotos del perro famélico. No obstante, ninguna imagen muestra al perro muerto.
Pese a la falta de información, se habla en Internet con contundencia sobre la "práctica aberrante" de este artista que, sin embargo, quiso dar un mensaje distinto y no mató a ningún perro. Se pueden encontrar algunas anotaciones sobre la verdad de este hecho, entre las que destaca el artículo escrito por el blogger 'Tonyjazz' en Jazz's Things. También ha escrito una nota la Galería Códice de Managua, donde se celebró dicha exposición, en la que se describen los hechos de otra manera.
Se dice en algunas notas que el perro fue alimentado, y que finalmente escapó. El artista, en este caso, quiso demostrar la indiferencia de la gente hacia la necesidad de los demás, de la que sólo nos hacemos eco cuando el problema no tiene solución. En esta ocasión se asegura que nadie quiso desatar al perro, y que tampoco ningún visitante de la galería le dio de comer o avisó a la policía.
Estas aclaraciones no han servido, sin embargo, para frenar el linchamiento mediático (por lo pronto a través de Internet) que está sufriendo Guillermo Vargas. Las facilidades que Internet otorga para la difusión de información es una de las ventajas de la red, pero también, paradójicamente, un punto débil. La extensión que ha alcanzado el mensaje de la falsa muerte del perro de Habacuc saca a relucir, una vez más, los peligros de la información no contrastada.
El mensaje que suele ser recibido en los correos y que puede leerse en los foros incluye una invitación a buscar en Google información sobre los hechos, obviando que este popular buscador no es una herramienta válida para contrastar información, porque puede, como ocurre en este caso, estar saturada con informaciones falsas que saltan como las primeras páginas a visitar.
La noticia del perro de Habacuc parece a primera vista un Hoax, tal como ha ocurrido anteriormente con los 'bonsai kittens'. Sin embargo, en esta ocasión puede tratarse de un ejemplo de gran importancia para los estudios de periodismo: una información falsa sin contrastar que alcanza unas cotas de difusión tan altas, que llegan a ocultar los mensajes que revelan los verdaderos hechos.
Por ello podríamos establecer una nueva paradoja para la Sociedad de la Información: el Perro de Habacuc, que ante la falta de información contrastada en la red, se encuentra para los internautas muerto y vivo al mismo tiempo.
Estas situaciones nos hacen plantearnos el principio mismo de la información. ¿Existió la obra de arte que se cita? ¿Existe Guillermo Vargas? ¿Es el comunicado de la Galería Códice cierto? ¿Algo de esta información es cierto?
Desde aquí propongo un nuevo correo encadenado: ¡Salvemos al gato de Schrödinger!
La nota de la galería
ACLARACION DE GALERIA CODICE
Managua, 19 de octubre
Galería Códice desde su creación en 1991, ha promovido las artes visuales
centroamericanas, pero especialmente las nicaragüenses, tanto en el nivel
nacional, como en el regional e internacional. En Códice han expuesto grandes
maestros centroamericanos, así como artistas consolidados y emergentes. Los
lenguajes contemporáneos del arte universal también han tenido espacio en
Códice, por lo que periódicamente acoge muestras de arte conceptual.
Con ese espíritu, el jueves 16 de agosto recién pasado se presentó
Exposición No.1, del artista costarricense, Guillermo Vargas, conocido
artísticamente como HABACUC.
Uno de los trabajos expuestos consistió en presentar a un perro famélico
que Habacuc recogió de la calle, y durante la exposición aparecía amarrado con
una cuerda de nylon, que a su vez estaba sujeta a otra cuerda que pendía de dos
clavos en una esquina de la Galería. Habucuc nombró al perro "Natividad" en
homenaje al nicaragüense Natividad Canda (24 años) quien murió devorado por dos
perros Rottweiler en un taller de San José, Costa Rica, la madrugada del jueves
10 de noviembre de 2005.
El perro permaneció en el local tres días, a partir de las 5 de la tarde
del miércoles 15 de agosto. Estuvo suelto todo el tiempo en el patio interior,
excepto las 3 horas que duró la muestra, fue alimentado regularmente con comida
de perro que el mismo Habucuc trajo. Sorpresivamente, al amanecer del viernes
17, el perro se escapó pasando por las verjas de hierro de la entrada principal
del inmueble, mientras el vigilante nocturno quien acababa de alimentarlo
limpiaba la acera exterior del mismo.
La Galería Códice se reserva el derecho de velar por la calidad de los
trabajos expuestos, respetando en todo momento la creatividad del artista y
jamás ha pretendido ejercer ningún tipo de censura, siempre y cuando no atenten
contra los principios elementales de la ética y mucho menos que impliquen la
vida de un ser viviente, sea humano o animal. Yo pensaba quedarme con
"Natividad", pero él prefirió retornar a su propio habitat.
Celebro el que tantas personas en el nivel internacional se hayan
mostrado molestas por las declaraciones brindadas por Habacuc, en las que
sostenía que su intención era dejar morir al perro de inanición, lo que es de
su absoluta responsabilidad. Al cumplir con informar la verdad de los hechos,
espero que todas esas mismas personas hayan elevado también su voz de repudio
cuando Natividad Canda fue devorado por los Rottweiler.
Atentamente,
Juanita Bermúdez
Directora
Galería Códice
Managua, Nicaragua
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