Cuidado, internautas, el “Gran hermano” nos vigila

Las grandes empresas recogen un número cada vez mayor de datos de los internautas para afinar en la publicidad servida.

Un estudio llevado a cabo por comScore para The New York Times demuestra lo que viene siendo una tendencia que cada vez cobra más fuerza: adiós al anonimato en Internet. Y es que las empresas recopilan cada vez más datos del internauta con el fin, según ellas, de ofrecer una publicidad pertinente y que le interese.

Con la información que recogen las empresas de las acciones de los usuarios en la Red, pueden predecir qué tipo de contenido y de anuncios será los que prefiera cada usuario. Por lo tanto, pueden elevar los precios de la publicidad.

Aparte del problema de seguridad obvio que conlleva, ya que quien esté seguro al 100% que sus datos serán tratados de forma correcta que tire la primera piedra, ¿qué fue de aquellos tiempos en los que navegar por Internet era la forma más fácil de sentirse total y absolutamente libre? ¿Quién no añora la realidad de “En Internet, nadie sabe que eres un perro”?

Gracias a la Red y a sus múltiples herramientas puedes entrar en un chat o escribir un blog y esconder tu identidad o, bien, modificar tu personalidad, tus gustos y fobias según el momento, sin que nadie te recrimine nada. Es, al final y cabo, un carnaval continuo, que permite a un gran número de personas liberarse de la coraza que normalmente se ven obligados a llevar. No es cuestión de realizar una apología de la mentira o el cambio de identidad, simplemente se trata de constatar un hecho.

Pero, y aquí está la principal cuestión, si no quieres que el vecino del 4ºD sepa que eres el autor del blog X y que tus aficiones son Y, ¿por qué permitir que una enorme empresa, a la que ni siquiera eres capaz de poner ojos y nombre, conozca cuáles son tus pasos en la Red?