ANÁLISIS

                        Este puede ser uno más de los muchos que se intentarán. Cada cual, más lejos de la realidad, más descabellado, más interesado.

                         Lo difícil, tal vez sea o debería ser acertado. Que las encuestas decían esto, que las encuestas decían aquello. Que la campaña iba por estos derroteros, que le faltó debate, que el factor demagogia o el factor crispación influyeron en el electorado de un color o del otro. Aquel líder decía esto y su adversario lo otro. ¿Si hubiera sido de esta manera y sale fulano? Digo fulano por si hay algún partido que tenga fulanos por que hay quien dice que no. Ahora que la igualdad obliga a que pueda haber de ambos sexos no suena bien, es verdad, hablar de fulaneo.

                        Se hacen cábalas, como algún otro bloggero se pregunta.:  ¿Y si pasara...? Caben todas las posibilidades, dado que las combinaciones matemáticas y la lógica formal están para ello. Análisis, más bien autoanálisis, que sería más acertado pero solicitar peras al olmo es un ejercicio supongamos que baldío. Algún líder lo ha hecho, cosa poco frecuente, según para donde se mire. Si se mira hacia Europa, se dimite con más facilidad, aparentemente no suele haber dificultades. Da la sensación que cometido un pequeño desliz demorar la desaparición puede resultar traumática o cercana al "trágame tierra"

                       En estas latitudes no es una costumbre al uso. Dimitir tras un fracaso es una rareza, a veces incluso son premiados

                       Otros que deben autoanalizarse son los electores. Tarea ardua. El exámen de conciencia que el catecismo recomendaba puede dejar traumatizado al que lo haga por que tendrá que hacer propósitos, arrepentirse y puede quedarle el cuerpo alterado, por eso no lo recomiendo. El autoexámen lo solicito para después sacar consecuencias pero sería de entrometido. Cada uno hace lo que le parece y más aún su voto es libre y secreto.

                       Sin embargo la curiosidad es grande y no por control de lo que hace cada uno sino por la motivación que hace votar aquí o allá. He observado que las obras públicas no influyen tanto en los resultados. Estoy en Galicia y pienso que las causas son muy diferentes. Unos se muestran descontentos por que no tienen AVE, otros porque añoran a D. Manuel, otros por que falan galego, otros por miedo y otros vaya Ud a saber. No, no se han inaugurado infraestructuras, algunos dicen que no hay nada hecho, otros ven a Galicia destrozada. Cada uno tiene unas gafas diferentes

                       ¿Aqué hemos llegado con nuestro análisis? A una sencilla conclusión, que cada uno tiene su criterio y que cada uno debe votar libremente o eso creemos.