Sauces necesita más 'metales'

La falta de ayudas económicas obliga a una de las agrupaciones musicales más laureadas de la Región de Murcia a pedir prestados los instrumentos en conservatorios

Clarinetes, saxofones y trombones suenan casi a diario en la Casa del Niño, donde una de las bandas de música más laureadas de la Región tiene provisionalmente su base de operaciones. Los músicos atacan por igual un fragmento de La verbena de la Paloma que unos compases de Las Bodas de Figaro. Los únicos límites los imponen los instrumentos.

La de Sauces es una agrupación musical muy joven para la relevancia que ha conseguido en apenas veinte años. De hecho, Jaime Belda, su director, está sorprendido por la importancia que en los últimos años ha ido tomando la música entre los adolescentes. «Cada año estudian en la escuela de música alrededor de cien jóvenes, de los que luego varios se animan a unirse a la banda», dice.

Sus miembros se sienten enormemente orgullosos de los premios conseguidos en los innumerables concursos que se celebran por toda España. «Es algo de lo que contadas bandas de la Región pueden alardear. De todo lo conseguido destacaría especialmente el primer premio y mención de honor en el Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia. Fuimos la primera banda de fuera de la Comunidad Valenciana que la ganaba y eso nos llena de satisfacción», afirma el director.

Gastos elevados

Sin embargo, no todo está siendo un camino de rosas para una agrupación musical que ya ha aportado músicos a formaciones de prestigio internacional, como la Filarmónica de Berlín.

Las ayudas económicas que perciben son escasas y, según explica Belda, «hay unos gastos de profesorado y de instrumental que no se cubren con las pírricas ayudas del Ayuntamiento, las cuales no nos llegan ni para comprar las cañas -lengüetas que llevan los instrumentos-». La banda se mantiene gracias a lo que cobra por actuar en Semana Santa y las ayudas que en instrumental le prestan los conservatorios de Cartagena, Murcia y Alicante.

Saxofones, flautas traveseras, trombones, un contrabajo, clarinetes... La mayoría de estos instrumentos son préstamos de la banda a los jóvenes músicos que ahora empiezan. De los setenta instrumentos que tiene la banda son casi todos prestados y los pocos que guardan en el almacén apenas atraen a los muchachos. «Nadie quiere aprender a tocar la tuba hoy en día, aunque yo les animo diciéndoles que es un instrumento muy bonito, pero no me hacen caso», insiste Belda.

El director de Sauces recuerda que la carencia de cierto instrumental les obliga a pedirlo prestado antes de acudir a los certámenes. «El corno inglés, el trombón bajo o los timbales cromáticos. Nos auxiliaron conservatorios como el de Alicante, Murcia y Cartagena. Hice una valoración del dinero que en instrumental nos habían dejado y rondaba los diez millones de las antiguas pesetas, necesarios para cubrir las necesidades más básicas. Teniendo en cuenta de que los instrumentos que ahora mismo posee nuestra institución son de una calidad muy inferior a la que deberían de tener», advierte.