En las décadas de los 50s y 60s las agrupaciones musicales de las Universidad tenían un aire popular y alegre que llevaban por las calles de las diferentes ciudades españolas. Pasodobles, valses y algún atrevido bolero brillaban en las voces de los jóvenes estudiantes, que rondaban a las chicas en un gracioso ritual de cortejo comunitario. Esos dicharacheros estudiantes, que ahora son difíciles de encontrar, formaban parte de la centenaria Tuna.
LaTuna de Farmacia de Sevilla en pasacalles por el centro de la ciudad.
Allá por el 1.212 -bajo el reinado de Alfonso VIII-, se fundó en Palencia el primer "Studium Generale", germen del cual nacería la actual Universidad. A dicho lugar acudían hombres jóvenes de todo extracto social para cursar dichos estudios y de entre ellos surgieron los Sopistas, también antecesores de los actuales tunos.
Los sopistas aprendían e interpretaban canciones y piezas musicales para animar figones, mesones, fondas, casinos, etc, y recibir a cambio comida en este caso sopa, por lo que adquirieron dicha denominación, y se acuñó la frase "vivir de la sopa boba"-. Más adelante solicitarían monedas para costearse los estudios los más pobres, aunque más que por condición social, dicha escasez de recursos provenía de las manos rotas de los estudiantes, que dilapidaban la asignación para su enseñanza.
Pero más allá de la nostalgia, cabe destacar que todavía siguen existiendo Tunas por todo el territorio nacional, que con menos juventud y más esfuerzo siguen luchando por que no desaparezca esta tradición centenaria. Menos pelo, más barriga, más disimulo y discreción por la edad y muchas dosis de bebidas espirituosas en "fiestas privadas" son la nueva realidad de licenciados y diplomados universitarios que una vez fueron estudiantes.
Además, y para quien se piense que esto no tiene una fuerza y unas bases, es importante reseñar la existencia de un Consejo Nacional de Tunas, que lucha por la organización y dignificación de este colectivo, ahora denostado por la juventud. Asimismo, hay Consejos repartidos por otras ciudades y Consejos por Tunas de Facultad, que son los encargados de velar por la celebración de Certámenes Nacionales de Ciencias, Magisterio, Económicas
Otra de las celebraciones públicas que mantienen viva a la Tuna en España, es la Vigilia de la Inmaculada, que se celebra en Sevilla. La capital andaluza siempre fue acérrima defensora dogma de la Inmaculada Concepción desde el siglo XVII, y siguiendo esa devoción la Tuna de Peritos Industriales comenzó a cantar en el monumento al Triunfo del Dogma concepcionista -sito en la Plaza del Triunfo junto a la Catedral- en los años 40. En la actualidad las estudiantinas toman parte activa en la propia celebración de la vigilia en el Templo Mayor de la ciudad, y cantan tras la celebración religiosa, desde las 0:00 del día 8 de diciembre y a lo largo de toda la madrugada.
Y es que hay tradiciones que, lejos de perderse, siguen vegetando de forma silente para perdurar en el tiempo, si bien no se encuentran de moda. Puede que en otro momento vuelva a tener ese auge del tercer cuarto del siglo XX, y nuestros hijos decidan enfundarse en el jubón y las calzas, abrigándose -y a la vez dando calor con la capa- a las chicas de la facultad... Aunque visto lo visto, cada día parece más complicado.
Por si alguien desea recordar, conocer o escuchar a la Tuna:
- Alfredo Kraus canta con la Tuna
- Rocío Durcal y la Tuna en la película Acompañame
- Joselito y la Tuna
- La Tuna en el Nodo
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