...y Alfredo Landa salvó los Goya...

Landa nos hizo dibujar la única sonrisa en otra gala de lso Goya sin interés

Como cada año llegó ese día de febrero en que los cineastas españoles se juntan para autopremiarse y darse un poco de publicidad... parece que les cuesta darse cuenta que los ciudadanos de este país les damos la espalda, y no porque queramos (creo que a todos nos gustaría ver películas de calidad en nuestro idioma) sinó porque la calidad de sus productos es cada día más baja. La verdad es que a lo largo de un año cada vez se estrenan menos películas decentes, motivo por el que acostumbran a copar los premios las nuevas propuestas de directores noveles (El Orfanato, Bajo las estrellas y, en menor medidad, La Soledad), ya que los cienastas de toda la vida cada vez aportan menos y peor. Exceptuando honrosas excepciones como Amenábar, Isabel Coixet o Nacho Vigalondo, pequeños genios nacidos del visionado de películas de tradición anglosajona, el resto de propuestas son morralla... vale, seguramente tendría que incluir Almodóvar entre los pocos creadores originales y de calidad, pero la verdad es que Pedro de original lo es poco. Sus películas gozan de un nivel estético impecable, pero el contenido de sus películas no solo se repite sinó que cada propuesta es más intrascendente y menos interesante... En fin, con un panorama cinematográfico tan lamentable, lo más normal es que la gala de la Academia de Cine Español sea aburrida y con muuuuuuy poco interés... y como siempre, lo normal es lo que ocurrió. Con un Corbacho intentando salvar la contienda con más ganas que oficio, nos encontramos otro domingo por la noche con el mando a distancia en la mano luchando contra el zapping... el corazón te dice: "Cambia!", pero tu cabeza responde: "Aguanta! Es lo que debes!". Finalmente ganó la cabeza y nos mantuvimos delante el televisor durante la mayor parte de la gala. Entre bostezos, comentarios con los compañeros de piso y zappings hacia "Aida" durante las pausas (excesivas, por otro lado) fue transcurriendo la gala... es decir, todo iba con aparente normalidad y bajo el guión que ya imaginábamos... hasta que de repente llegó el momento del Goya Honorifico, y apareció el genial Alfredo Landa en el escenario.No quiero faltar el respeto a nadie, no sé si el pobre hombre sufre algún tipo de enfewrmedad degenaritva o algo por el estilo, pero los 3 o 4 primeros minutos de su discurso fueron, sin duda, lo mejor de la gala de los Goya. Dios! Como me reí! Fue imposible entender que coño dijó ese hombre, empezó a desestructurar las frases, a cortar las sílabas, y creó un discurso cpmpletamente ininteligible que, a los 3 compañeros que estábamos mirando la TV, nos hizo saltar las lágrimas. ¡Que grande es este hombre! ¡Nunca se cansará de hacernos reír! Para los que no lo pudieron ver, el discurso fue más o menos así: "Ad fin sus ed ........... ed! son! ............. mud gard!" De verdad! No me estoy inventando nada... de hecho he intentado buscarlo en el youtube pero nadie lo ha colgado (aún). Cuando esté ya os lo pondré aquí... Bueno, poco a poco se fue calmando y se empezó a entender algo, pero el broche de oro llegó con su despedida... si no recuerdo mal esto fue lo que dijo: "Adiós! (pausa de 1 minuto) Adiós! (pausa de un minuto) Siempre adiós! (pausa de un minuto) Adiós para siempre!" ..... Dios! ¿Que oculto mensaje nos quería transmitir con tan encriptadas palabras? ¿Que coño significa "siempre adiós"? ...y lo que es más tétrico... ¿porque dijo "adiós para siempre"?

¡Gran momento de la televisión mundial!
En fin, este hombre no nos dejará nunca de sorprender, siempre conseguirá sacarnos una sonrisa aunque nos encontremos en una gala tan tediosa como la de anoche... que lástima que no ganará el Goya a Mejor Actor... en nuestra casa todos estábamos cruzando los dedos y mandando energías para poder ver la segunda parte de su discurso... pero por desgracia ganó Alberto Sanjuán (grande en su referencia a la Conferencia Episcopal)...En fin, poca cosa en unos Goya que solo destacó la sorpresa de que "La Soledad" se llevase los dos "premios grandes". A ver si el año que viene hay más suerte...