Tres milenios con el preservativo

La palabra condón proviene del latín condus que significa receptáculo y ha sido usado desde tiempos arcaicos, tanto para prevenir los embarazos como las enfermedades de transmisión sexual.

Posiblemente los primeros prototipos de preservativo fueron largas tripas de animales con una de sus puntas atadas. Sobre el año 1000 adC en Egipto se utilizaba la tela enfundada sobre el miembro masculino y también, se emplearon vísceras de animales como la cabra y el pescado para retener el semen.
Los preservativos más antiguos del mundo que se conservan que fueron encontrados en excavaciones hechas en los ochenta en Inglaterra. Estos ejemplares son tan finos como los que se fabrican actualmente de látex. Estos preservativos fueron elaborados con intestinos de animales, están cosidos esmeradamente por un lado y por el otro se aprietan con una cinta. Se cree que antes de ser usados se sumergían en leche tibia para que se ablandaran.
Los ingleses empezaron a fabricar profilácticos de látex indio en el siglo XIX, y fueron muy efectivos y se vendían en farmacias. Pero no fue hasta mitad del siglo XX cuando se pudieron vender libremente en varios países.
En Argentina, tras la caída del gobierno democrático desaparecieron las fabricaciones de condones, y sus dispensadores en los sitios públicos dejaron de estar visibles porque moralmente no estaba bien visto, ya que los homosexuales usaban los lugares para buscar pareja. En Estados Unidos sólo se podían vender para prevenir enfermedades, se anunciaban indirectamente como “esponjas de goma”.
Actualmente ciertos grupos ya sea por su condición moral o religiosa, se oponen al uso del preservativo. Tiene muchas ventajas, previene las ETS, son seguros, evitan embarazos, se puede interrumpir su uso, se adquiere con facilidad y lo usan tanto hombres como mujeres.