Después de la campaña navideña y con San Valentín en ciernes, estamos observando una nueva tendencia en materia de regalos y detalles que está revolucionando el hardware y los gadgets. Lo podríamos llamar Hardware 2.0 - o la tecnología como regalo perdurable en nuestros corazones-, y es lógico cuando además de ser una joya en el plano figurado, los dispositivos se convierten en auténtica pieza de joyería.
Lápices de memoria ¿un regalo para toda la vida?
En diciembre pudimos observar como Philips y Swarovski lanzaban los lápices de memoria USB con diseño de joya, mientras que en estos momentos marcas como Medion también se adentran en este mundo con el lanzamiento de SIM2120, un portátil con 300 cristales también de Swarovski.
Y es que todo es poco cuando queremos regalar a nuestros seres queridos en ocasiones especiales. Con ello logramos que cuando un dispositivo electrónico ya no tenga vida útil, adquiere un valor sentimental superior al que puede tener por un año y medio o dos de uso (recordemos la Ley de Moore).
Sea como sea, los gadgets están adquiriendo un nuevo fin social en sí mismos, están subiendo de nivel y generación para estar más cerca del corazón y más lejos del bolsillo, y junto a la personalización, posiblemente este sea el camino de futuro en este sector, que tantas crisis ha vivido a lo largo de la última década.
Cómo no, dentro del elitista mundo del diseño y joyería hay también sitio para el iPhone de Apple. Así, con la denominación “Diamond iPhone”, la compañía británica Amosu ha customizado en clave de lujo el primer teléfono de la “manzana” de Cupertino. En este caso la personalización pasa por integrar en la carcasa de acero inoxidable 420 diamantes de talla brillante en color F y pureza VS, de entre 5,65 y 6,34 quilates, que van engastados en los bordes del celular.
Cuestiones de marketing aparte, estamos afrontando un cambio de mentalidad con respecto a los gadgets y esto tiene su traducción en la sociedad. Hace dos años nadie que trabajara en una oficina llevaba un lápiz de memoria, y ahora todo el mundo dice “pásame el pen drive”, porque los ordenadores tampoco llevan disquetera y grabar CDs es a veces una pérdida de tiempo.
Llega el momento de la pasarela del dispositivo, y como se puede exhibir un bolso de Prada o una bufanda de Armani, poco a poco entrarán en liza los teléfonos con diamantes o cualquier periférico portátil con adornos lujosos.
La ostentación está cerca de superar incluso a la utilidad ¿puede volverse esto en contra de la propia tecnología?
La respuesta está en el tiempo…
Firma tus comentarios. Regístrate.
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta.
|
Condiciones de Uso | Protección de Datos | Aviso Legal | Creative Commons
