Palma.- La organización ecologista Greenpeace ha propuesto hoy al Govern balear que instale un sistema energético que se abastezca al cien por cien de energías renovables ya que, como comunidad insular, tiene potestad para desarrollar su propia política energética.
Así lo han declarado hoy en una rueda de prensa a bordo del barco de Greenpeace "Rainbow Warrior", fondeado en la Bahía de Palma, los activistas Vicenç Muñoz, que forma parte de la campaña "Activistas por el clima", y el responsable de la campaña de Energía y Cambio Climático de la organización ecologista en España, Carlos Bravo.
Los ecologistas han realizado esta petición después de que ayer dos activistas de la organización subieran en aguas de Baleares al "Playa de Alcudia", un barco de transporte de carbón, cuando estaba a 20 millas de Mallorca, para reclamar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, actuaciones firmes contra el cambio climático.
Bravo ha asegurado que Baleares tiene potestad para desarrollar su propia política energética y ha indicado que el archipiélago "tiene un potencial en cuanto a las energías renovables enorme que no está aprovechando".
La comunidad balear es en el ámbito energético "muy sucia", ha dicho Bravo, quien ha añadido que su producción energética se basa en el carbón y en los combustibles fósiles.
Bravo ha apuntado que hay estudios que demuestran que el kilovatio generado por combustibles fósiles en Baleares "es más caro que cualquier kilovatio renovable", debido a que la condición de insularidad conlleva el coste del transporte de los recursos.
Es por ello que los ecologistas han instado al Govern ha estudiar la viabilidad de un cambio del sistema energético basado en los combustibles fósiles a uno que se abastezca cien por cien de energías renovables.
Greenpeace exige a Zapatero que se comprometa con la lucha contra el cambio climático asistiendo a la cumbre de Copenhague y que adquiera un compromiso "ambicioso" de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
La cumbre contra el cambio climático de Copenhague tendrá lugar el próximo mes de diciembre y allí se ha de negociar un nuevo protocolo que sustituya en 2012 al de Kioto.
Según el protocolo de Kioto, para el periodo entre 2010 y 2012 se tendría que producir una reducción de las emisiones de CO2 de alrededor del 5,8 por ciento en todo el mundo y del 8 por ciento en al Unión Europea (UE), respecto a las emisiones que se realizaban en 1990.
No obstante, estas estimaciones actualmente "son escasísimas", ha apuntado Bravo, quien ha añadido que, hoy por hoy, los científicos afirman que, si se quieren evitar "consecuencias dramáticas e irreversibles" por el calentamiento global, "tiene que producirse una reducción de las emisiones de CO2 de aquí al 2020 del 40 por ciento, respecto de los niveles de 1990".
"Ahora mismo estamos muy lejos de eso", ha apostillado el ecologista, quien ha agregado: "si el proceso de Copenhague fracasa llegaremos a tener un incremento de la temperatura media para 2020 superior a los dos grados de media, lo que significará que el sistema climático entrará en un proceso de descontrol con unas consecuencias tremendas".
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