MADRID.- Esta semana las maras toman la cartelera española. Dos cintas, una de ficción, 'Sin nombre' de Cary Joji Fukunaga, y un documenta, 'La vida loca', que le costó la vida a su director Christian Poveda, se estrenan en los cines españoles para retratar la cruda realidad de las violentas bandas centroamericanas.
Cary Joji Fukunaga se adentra en el drama de la inmigración ilegal y las bandas mara en 'Sin nombre', su ópera prima, película, que ganó en Sundance el Premio a la Mejor Dirección y a la Excelencia en Fotografía. La cinta, que cuenta con Diego Luna y Gael García Bernal como "padrinos" y productores ejecutivos, relata historia de la adolescente Sayra (Paulina Gaitán), una inmigrante hondureña que viaja con su padre en busca de una vida mejor dirección a los EEUU, cruzando toda Centroamérica.
Subidos al techo de un tren de mercancías, al igual que otros cientos de personas que buscan salir de la pobreza, tras un intento de robo por parte de unos integrantes de la banda Mara Salvatrucha, conocerá a 'el Casper' (Edgar Flores), del que se hará inseparable.
Fukunaga explica que pese a plantear una historia "dura" tiene tintes de esperanza. "Hay un equilibrio. No me gustan las historias sólo con cosas malas, me gusta ver el lado bueno de cada personaje", afirma, recordando que tras investigar para hacer un cortometraje con temática social, se interesó por el tema de los inmigrantes hondureños que cruzan toda Centroamérica para llegar hasta los EEUU.
"Es muy fuerte que se suban al techo de un tren", considera el director, que inició sus investigaciones sobre este drama social con información real que le podría haber servido para un documental, pero que finalmente, al conocer de primera mano las historias y detalles de muchos de estos inmigrantes, decidió hacer una ficción. "Todos los personajes son mezcla de mucha gente", explica.
De hecho, en el viaje 'ilegal' en tren de mercancías entre Guatemala y México DF los 'pasajeros' no saben dónde están. "Nadie lleva mapas, sólo llevan un número de teléfono memorizado en su cabeza para contactar cuando lleguen a los EEUU", explica, narrando que muchos de ellos, al llegar a la frontera con México han sido secuestrados para pedir un rescate o, incluso, para tráfico de órganos.
En el reparto se dan cita, sobre todo, jóvenes actores, como la mexicana Paulina Gaitán, el hondureño Edgar Flores y el jovencísimo Kristyan Ferrer, como Smiley, el inseparable amigo de Cásper, que también acaba introducido en la violenta banda de los Mara Salvatrucha.
ESTRUCTURA DE WESTERN
"Mi intención es concienciar al público", dice el director, quien considera que este filme tiene "una estrutura parecida a un western", al hablar de emigrantes que buscan la tierra prometida, para lo que tienen que cruzar territorios peligrosos. "Para los EEUU, donde el ideal es el del viejo Oeste, ésta es nuestra definición perfecta", agregó el cineasta estadounidense, con ascendencia asiática y mexicana.
"EEUU es un país de inmigrantes y el conflicto cultural siempre está presente", prosigue Fukunaga, quien contó con un presupuesto muy pequeño para rodar 'Sin nombre'. Precisamente, sobre el rodaje, precisa que padeció "mucha angustia", porque no es fácil rodar encima de un vagón de tren en marcha.
En cuanto al Premio en Sundance, el realizador consideró que con una película tan pequeña necesita una segunda película que también tenga éxito para que le lleguen "las grandes oportunidades".
Entre sus proyectos se encuentra el guión de un filme "completamente diferente" a éste y mucho más alegre: un musical a modo de "cuento de hadas contemporáneo". "Para mí, hacer cine es aprender y contar historias. Me gustaría hacer cine por todo el mundo", concluye.
UN DOCUMENTAL QUE COSTÓ UNA VIDA
El fotógrafo hispano-francés Christian Poveda fue asesinado el 2 de septiembre en los suburbios de San Salvador. Meses antes había terminado de rodar, La vida loca, un documental en el que retrata el día a día de la mara salvadoreña '18'
La cinta, estrenada ya en Francia, llega a las salas españolas en un intento de mostrar, a las "víctimas" del sistema, según explicó el productor de la cinta, Luis Ángel Bellaba.
"A lo mejor mañana estoy muerto", dice uno de los personajes del documental. La siguiente secuencia es el cuerpo sin vida de este chico, que no supera la treintena. "La fotografía que salió en la prensa del cuerpo sin vida de Chirstian Poveda era similar, con el mismo color de ropa", explica Luis Ángel Bellaba, para quien, esta vez, la ficción anticipó la realidad. "El arte imita a la naturaleza", agregó. La vida loca se presentó en la sección 'Horizontes latinos' en el Festival de Cine de San Sebastián.
Bellaba describe a Chirstian Poveda como un "hombre aguerrido", "fascinado por la violencia", que quería reflejar el testimonio de los jóvenes pandilleros, integrantes de la denominadas maras en El Salvador. "Para Christian, las maras eran víctimas de un sistema", explica este productor y reconoce que sin la muerte de su director sería una película "aún más difícil" de distribuir.
Aunque es una cinta "dura" según Bellaba, Poveda trata con "cariño" a los personajes que retrata él mismo con su cámara, e incluso a algunos de ellos los muestra intentando reinsertarse en la sociedad trabajando en una panadería comunitaria bajo la supervisión de la asociación 'Homies Unidos'. Poveda pacto con las maras que lo dejaran rodar sin condiciones.
GUERRA SIN CUARTEL
Con un lenguaje propio, tatuajes y códigos, esta pandilla y la Mara Salvatrucha, viven una guerra sin cuartel. Algunos de los jóvenes protagonistas del documental fueron asesinados en el transcurso del rodaje.
"La utopía de Poveda era que la mara 'diciocho' y la 'salvatrucha' llegaran a un acuerdo o a un entendimiento de paz en El Salvador. Pero no les interesa porque la guerra es negocio", subrayó este productor, quien espera que la cinta tenga un espacio en institutos y universidades.
Poveda tardó año y medio en terminar 'La vida loca'. Todo el material rodado se muestra en esta cinta, que también incluye imágenes del interior de la cárcel, de los hospitales a los acuden las víctimas, o de las 'fiestas' y velatorios de los pandilleros con sus particulares rituales.
"No creo que estos pandilleros sean víctimas del sistema, creo que a través de la violencia tratan de hacer su modo de vida", alegó Luis Angel Bellalba, quien recordó que Poveda tenía pensado rodar también una película de ficción sobre las maras y un documental sobre la violencia de género.
Las causa de la muerte de Christian Póveda continúa siendo una incógnita. Aunque todo apunta a que fue la propia mara '18', la que acabó con su vida; bien porque no les gustó el documental, bien por el cambio que se produjo en la dirección de la mara tras terminar la película o quizá porque se encararon con Poveda porque querían beneficios de la cinta. En opinión de su productor, Poveda conocía a sus asesinos pero "reaccionó frente a algún tipo de amenaza y allí lo mataron", concluyó Bellaba.
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