Bruselas.- El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, se unió hoy al Partido Socialista Europeo (PSE) para apostar por un socialista para el cargo de Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), y abogó por que el presidente estable de la Unión sea "europeísta", sin opinar sobre el ex primer ministro británico Tony Blair (1997-2007).
Zapatero se manifestó así durante la rueda de prensa que siguió a la presentación del logo que compartirá la Presidencia española de la UE con las Presidencias belga y húngara, las siguientes respectivamente en el calendario comunitario.
La mayoría de las preguntas estuvieron centradas en las nuevas figuras institucionales que creará el Tratado de Lisboa, ya que está previsto que los líderes europeos aborden esta cuestión durante la cena que compartirán esta noche en el marco del Consejo Europeo.
Zapatero consideró "razonable" que los socialistas tengan "una clara determinación" de aspirar a que un miembro de su familia ideológica sea el futuro Alto Representante.
La pregunta lógica posterior fue si esa aspiración dejaba fuera de las quinielas para presidir la UE al ex primer ministro Blair, ya que la Presidencia correspondería entonces a la familia conservadora, pero el presidente del Gobierno español no quiso pronunciarse al respecto porque el debate está en una fase "muy preliminar".
"Puntos suspensivos", señaló, tras asegurar que es pronto para decir quién tiene más posibilidades de acceder a ese cargo.
No obstante, quiso dejar claro que quiere "un presidente europeísta" y con capacidad de impulsar el fortalecimiento de la UE.
Tras insistir en que hay que mantener la cautela y la prudencia antes de pronunciarse sobre nombres concretos, lamentó que no haya un proceso formal de presentación de candidaturas en el que los aspirantes a los cargos defiendan su programa.
Aunque formalmente en la cena de hoy, los líderes sólo hablarán del perfil de los nuevos cargos, Zapatero dio por hecho que cuando no haya micrófonos delante los jefes de Estado y de Gobierno abordarán nombres concretos.
Tampoco quiso hacer públicas sus preferencias el primer ministro belga, Herman Van Rompuy, aunque recientemente ya manifestó sus pocas simpatías hacia la candidatura de Blair.
Hoy se sumó a Zapatero y reclamó para la Presidencia estable de la UE a un "europeísta convencido", que busque el consenso de los Estados miembros y que, además, respete a las instituciones establecidas.
Abogó por una buena coordinación del presidente estable de la UE con las Presidencias rotatorias y recordó a Zapatero que él será el primero en tener que convivir con esa nueva figura.
Bélgica asumirá la Presidencia semestral de la UE tras España, y Van Rompuy bromeó, al asegurar que no se sentirá frustrado por no presidir el Consejo Europeo -cargo que correspondería al nuevo presidente permanente-.
Por su parte, el primer ministro húngaro Gordon Bajnai, abogó por un presidente europeo que represente a la UE de forma "sólida" ante el mundo, dispuesto a escuchar a todos, crear consensos y trabajar con todas las instituciones, también con las Presidencias semestrales.
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