Hasta mañana

Mis familiares y amigos no se sorprenden cuando me ven con un excremento en la mano. En la otra suelo llevar la guía 'Huellas y señales de los mamíferos de Europa' (Bang y Dahlström) de editorial Omega. Les hablo de esta extravagancia zoológica porque, observándola, cualquiera podría adivinar que tengo una profesión apestosa: "no te acerques a él, debe ser crítico de televisión". Lo siento. He sido muy duro con el mundo de la tele. En estos momentos tan delicados sería muy injusto por mi parte no agradecer a este medio audiovisual, en clara expansión digital y evidente decadencia moral, haberme servido de excusa para escribir un blog. Y haber podido cobrar por hacerlo. En pleno bajón emocional debo reconocer que la televisión, como advirtió hace una década El aviador Dro, es nutritiva: me ha alimentado durante los últimos cinco años. Gracias por ello.

Pero en un día como hoy, El Descodificador es lo de menos. Lo importante es Soitu. Desaparece un medio de comunicación independiente. Esta última frase es muy corta, apenas seis palabras, y se escribe y se dice muy rápido. Pero debería producirnos una tristeza demoledora, acongojante, prolongada. A mí me ha deprimido profundamente. En Soitu he podido escribir con total y absoluta libertad. Repito: En Soitu he podido escribir con total y absoluta libertad. Fíjense que hasta pude felicitar por su merecida jubilación al señor Goirigolzarri, ilustre pensionista del BBVA, nuestro "accionista de referencia".

Me gustaría dar las gracias a los compañeros de la redacción, a todos, pero especialmente a los que me invitaron a participar en el proyecto. Y a los que durante estos casi dos años han tenido que editar (engrandecer) a primera hora de la mañana los post que enviaba de madrugada. Y por supuesto al departamento técnico y de diseño: lo suyo es, como diría Antonio Vega, "magia con precisión". También un recuerdo para blogs amigos, que me han recordado cada mañana que se podía escribir sin ataduras, como los de Ramón Lobo, Rosa María Artal o Ignacio Escolar. Y a webs de referencia que he consultado constantemente, como vertele.com. Y a los periodistas que no mienten, no manipulan, no tergiversan, no engañan, no creen que todo vale. Que los hay.

Gracias también, por supuesto, a los lectores. A todos ellos. Especialmente a algunos anónimos que escribieron en el post de ayer, como el número 92

albeniz ala puta calle jajjajajajaja, donde está el champan? Es la segunda vez que lo abro para celebrar que te vas a la puta calle!

o el 123

Te corroe la bilis hijo de puta. Ala al paro, que es donde te mereces estar. Basura.

Brillantes. Sólo espero una cosa: que ustedes se hayan divertido tanto como yo. Pienso como Juan Valera, que para su 'Pepita Jiménez' escribió aquello de "nada he dicho ni me han dicho y, sin embargo, nos lo hemos dicho todo".

Besos y abrazos viriles. Hasta mañana.

Hoy sólo se me ocurre un motivo para NO ver la televisión... ¡No surrender!