Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció hoy el envío a Irak de una delegación diplomática para dialogar con el Gobierno de Bagdad, que expresó su deseo de que ese organismo investigue posibles responsabilidades externas en los atentados terroristas que padece el país.
"En respuesta a las petición del Gobierno de Irak, enviaré al secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Óscar Fernández Taranco, a Irak para realizar consultas preliminares relacionadas con la seguridad y la soberanía iraquí", dijo Ban en una conferencia de prensa.
Ban declinó precisar si la delegación encabezada por el diplomático argentino conversará con el Gobierno del primer ministro Nuri al Maliki sobre la petición de que una comisión de investigación indague la supuestas ramificaciones extranjeras en la comisión de atentados en Irak.
"Envío al secretario general adjunto a realizar consultas exploratorias con el Gobierno iraquí, y luego veremos. No puedo decir nada más", apuntó.
Bagdad ha acusado a sus vecinos, particularmente Siria, de incumplir las resoluciones internacionales y nacionales relacionadas con la seguridad por no evitar la infiltración de terroristas.
Ban señaló que la misión de la delegación del organismo es iniciar una ronda de consultas con Bagdad, pero podía ampliarse a otras capitales de la zona.
"Tras la visita de Fernández Taranco a Irak nos pondremos en contacto con los Gobiernos de la región y luego decidiremos si ampliamos las consultas a otros países de la zona", apuntó.
Al menos 155 personas perdieron la vida y 500 resultaron heridas el 25 de octubre en el doble atentado cometido en el centro de la capital iraquí contra edificios ministeriales.
Las explosiones se registraron en un momento políticamente delicado en Irak, porque está en plena discusión una reforma de la Ley Electoral que regulará los comicios generales convocados inicialmente para el 16 de enero próximo.
Las autoridades han señalado que el doble ataque del pasado domingo es similar a los ocurridos el 19 de agosto en Bagdad.
En esos atentados 87 personas murieron y más de mil resultaron heridas en varias explosiones contra distintas sedes ministeriales en el centro de la capital.
Posteriormente, Irak acusó a Siria de dar cobijo a dos ex líderes del antiguo partido gobernante de Irak, a quien el régimen responsabilizó de los atentados, a pesar de que fue Al Qaeda quien asumió la autoría.
Desde entonces, las relaciones entre ambos países continúan tensas a pesar de los esfuerzos mediadores desplegados por Turquía.
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