LUXEMBURGO.- La Unión Europea adoptó este martes una nueva estrategia para reforzar su actuación en Afganistán en la que reconoce que la situación en el país se está "deteriorando" y que no nos encontramos sólo ante una "grave situación" en materia de seguridad sino que los avances en las reformas políticas, la gobernanza y la construcción del Estado son "demasiado lentos" y en algunas partes del país "prácticamente inexistentes".
Este plan de acción, que confirma la implicación desde el punto de vista político de la UE en el país asiático, deberá ir acompañado de un aumento de ayuda económica que se decidirá antes de finalizar 2009.
Los 27 destinan en este momento más de 1.000 millones de euros al año para financiar actividades civiles, políticas y de desarrollo en Afganistán. Eso sin contar con las amplias contribuciones que hacen los países europeos a la seguridad a través de sus tropas integradas en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).
Así, el ministro sueco de Asuntos Exteriores y presidente en ejercicio del Consejo, Carl Bildt, dijo que, si bien 1.000 millones de euros es "mucho dinero", espera aumentar esa aportación y que consultará con la Comisión Europea y los Estados miembros para ver cómo se puede materializar este incremento.
La propuesta fue bien acogida por la responsable de Relaciones Exteriores del Ejecutivo comunitario, Benita Ferrero-Waldner, que planteará un refuerzo "sustancial" de las ayudas concedidas por la Comisión Europea para el periodo presupuestario 2011-2013. "Tenemos que intensificar nuestros esfuerzos si queremos alcanzar nuestro objetivo de ver a las autoridades afganas asumir más responsabilidades", apuntó la comisaria.
En la nueva estrategia, los 27 ponen de relieve que, sin una buena gobernanza, un acceso a los servicios básicos, una justicia adecuada y el respeto de la ley, los esfuerzos conjuntos de la comunidad internacional y de las fuerzas afganas de seguridad no generarán la estabilidad política necesaria para el desarrollo del país.
Sostienen que Afganistán está entrando en un "periodo decisivo" y que es mucho lo que "está en juego" por lo que la formación de un nuevo Gobierno en Kabul da la oportunidad de establecer una nueva agenda y un contrato con el pueblo afgano. Esta agenda tendrá que apoyarse en un nuevo pacto entre la comunidad internacional y el futuro gobierno afgano.
La UE quiere en este sentido ver un liderazgo afgano "más fuerte" y un apoyo internacional reforzado y mejor coordinado y para ello reclaman que los esfuerzos políticos y civiles vayan de la mano de las medidas de seguridad y del desarrollo sobre el terreno.
PAKISTAN
El documento aprobado en Luxemburgo, denominado 'plan de acción para Afganistán y Pakistán' constata que el conflicto en Afganistán no puede resolverse sin tener en cuenta la "compleja situación" en la vecina Pakistán, cuyo gobierno tiene un importante papel que jugar.
"Pakistán debe ser parte de la solución", asegura. Igualmente, recuerda que conviene desarrollar la integración regional y la cooperación económica así como controlar mejor las fronteras para detener el tráfico transfronterizo de insurgentes, drogas, armas y bienes ilegales.
"La situación en Afganistán y Pakistán tiene un impacto directo en Europa. Muchas de las mayores amenazas globales a las que nos enfrentamos hoy se encuentran en la región", alerta la UE.
Al respecto, el alto representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, consideró que la UE "pone el pie en el acelerador" al adoptar una política coherente hacia la región en su conjunto y lanza una fuerte señal a la comunidad internacional mostrando que Afganistán y Pakistán "no están solos".
EXIGENCIAS A KABUL
Además, la Unión Europea volverá a desplegar una misión de observación durante la segunda vuelta de las elecciones afganas que tendrá lugar el próximo 7 de noviembre. La UE, que espera que el proceso electoral sea "creíble, abierto y seguro", ha decidido que la misión esté liderada por un parlamentario holandés.
Los ministros ponen de relieve la importancia que tiene celebrar elecciones democráticas en Afganistán, lamentan las irregularidades y fraudes de la primera vuelta y toman nota del hecho de que las garanías del sistema electoral han funcionado. En todo caso, creen que hay que revisar las normas electorales y mejorar su aplicación por lo que se muestran dispuestos a ayudar al Gobierno afgano en este terreno.
Eso sí, reclaman al futuro Ejecutivo afgano que adopte "con urgencia" un programa de reformas para hacer frente a los desafíos que tiene por delante. Este programa deberá apoyarse en un nuevo pacto con la comunidad internacional y contar con "prioridades claras y criterios medibles".
La UE cree que este proceso podría abrirse durante una Conferencia Internacional sobre Afganistán que, en principio, quiere celebrarse en Kabul, aunque será la ONU quien decida en función de las condiciones de seguridad, si finalmente se hará o no en la capital afgana.
Según el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, la UE considera que esta segunda vuelta electoral dará "más legitimidad" tanto a las autoridades afganas como a las actuaciones de la comunidad internacional en esta nueva etapa de transición.
Por otro lado, la UE quiere abrir antes de finales de año una representación diplomática única en Kabul que garantice simultáneamente el papel del alto representante de la UE sobre Política Exterior y el del jefe de la delegación de la Comisión Europea.
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