San Antonio (EEUU).- El alero Tim Duncan ha vivido un verano tranquilo, pero una pretemporada intensa de cara a llegar en plenitud de forma cuando de comienzo la competición regular de liga y busque su quinto título de campeón con los Spurs de San Antonio.
Duncan, de 33 años, es consciente que sus mejores días como jugador se acercan al final e intentará aprovechar al máximo todo su poder y experiencia para que el equipo tejano vuelva a estar entres los máximos aspirantes al anillo de campeones.
A pesar que a Duncan le quedan todavía tres años más de contrato, es consciente que el desgaste que sufre en sus rodillas le comienza a pasar factura, especialmente la izquierda, y el propio entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, sabe que tiene que darle más descanso.
"Es muy lógico, es muy real. Me quedan un par de años de carrera y espero poder terminarla de forma fuerte", declaró Duncan. "Sé que la ventana se está cerrando para mi".
Duncan, modelo dentro y fuera del campo, ha sido campeón cuatro veces y se le considera como el mejor ala-pívot de la historia de la NBA, un jugador que Shaquille O'Neal considera su rival en la discusión sobre quién es el gigante más dominante de su generación.
Sin embargo, Duncan también tuvo que usar seis rodilleras durante el receso de verano. Esta es la segunda vez en su carrera en que los Spurs no superaron la primera ronda de la fase final, en parte también por la grave lesión del escolta argentino Manu Ginóbili que no pudo ayudarles.
Pero Duncan tampoco estuvo a la altura del líder y súper estrella que el equipo necesitó porque en marzo fue diagnosticado con tendinitis en su cuadricep derecho y empezó a perderse partidos para no forzar sus piernas.
Un mes mas tarde, los Spurs ya habían quedado eliminados y Duncan empezó sus vacaciones mucho antes que en los últimos nueve años, después de que los Mavericks de Dallas ganasen por 4-1 la primera ronda al mejor de siete partidos.
El descanso le ha venido muy bien a Duncan y al resto del equipo, con Ginóbili también completamente recuperado de la operación del tobillo derecho, que desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, le costó al final tener que pasar dos veces por el quirófano.
Ambos son conscientes que las posibilidades de ganar un quinto campeonato en 11 años dependen del rendimiento que vaya a tener en el campo especialmente Duncan.
"A los 32, 33, 34 años, la edad que tenemos, nunca podemos ser lo que éramos a los 25. Eso es natural y todos pasamos por eso", valoró Ginóbili, de 32 años. "Pero él (Duncan) no se va a perder el Juego de Estrellas y va a darnos 20 (puntos por partido) y 10 (rebotes). Y si no es 20 y 10, nos dará 19 y nueve y medio".
Sin querer desaprovechar lo que queda de la era Duncan, los Spurs se embarcaron en el que fue la limpieza más completa que se ha dado durante el descanso veraniego en la NBA.
El equipo sacó a seis jugadores y contrató a ocho caras nuevas, el mayor cambio de los Spurs desde que Duncan llegó en 1997 a San Antonio.
Los Spurs se gastarán 29,2 millones de dólares las próximas dos temporadas por el versátil Richard Jefferson, contrataron a Antonio McDyess por su habilidad con los rebotes y del 'draft' sumaron al prometedor delantero DeJuan Blair, que ha sido considerado el gran "robo" por todo el talento que posee y llegó en la segunda ronda.
En difíciles tiempos económicos, el gerente general R.C. Buford y Popovich elogiaron al dueño del equipo, Peter Holt, por gastar dinero en contrataciones para invertir en el futuro del equipo.
El contrato de Ginóbili vence al final de esta temporada y al base francés Tony Parker le quedan dos años.
Duncan se adelgazó 15 libras (unos siete kilogramos) durante el verano y se tomó un mes extra de vacaciones para poder llegar fuerte para la primavera y la fase final.
Parker quizás sea ahora la principal carta ofensiva, pero el éxito de los Spurs aún depende en que Duncan se mantenga fuerte y sea el líder de siempre.
Duncan es uno de tan sólo tres jugadores activos con cuatro campeonatos ganados. O'Neal, Kobe Bryant y Derek Fisher son los otros tres.
"Sigue siendo el mismo de siempre. uno de los jugadores más inteligentes a los que me he enfrentado", admitió O'Neal, la nueva adquisición de los Cavaliers. "Para mí y para él, este es el asalto a un quinto (campeonato). Así de sencillo".
Duncan es consciente de la responsabilidad que tiene sobre sus hombros, pero también ha reconocido que el equipo ha vuelta a actuar con una gran profesionalidad e inteligencia a la hora de darle todo el apoyo que necesita para cumplir una vez más con su misión de ganador.
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