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¿Así se hace un anuncio de tv?

Por EDUARDO BRAVO / ÁLVARO SOBRINO
Actualizado 26-10-2009 16:18 CET

En el último capítulo de El Aprendiz, Luis Bassat propuso a los concursantes que realizaran la campaña de lanzamiento de un nuevo vino sin alcohol. El resultado fue tan desastroso que ninguno de los equipos superó la prueba.

A pesar de su escaso éxito entre los espectadores, lo que ha provocado su cambio de horario, El aprendiz tiene cierto interés para aquellos relacionados con el mundo de la comunicación.

Al hecho de contar con Luis Bassat, uno de los empresarios más importantes del país en el campo de la publicidad, se suma el de proponer pruebas que, de alguna u otra forma, están relacionadas con el mundo de la creatividad o la comunicación comercial.

Si en otras ocasiones los concursantes nos deleitaron con su poca destreza a la hora de informar a sus clientes de las actividades de sus ficticias empresas, ayer pudimos disfrutar de su absoluta nulidad para diseñar una campaña de publicidad. Imagínense las dimensiones del fracaso, que ninguno de los dos equipos, Stamina o Crash.es (otro ejemplo más de su visión comercial en esto de los negocios), fue declarado ganador.

En el capítulo de ayer, Bassat, en la prueba que reconoció ser la "niña de sus ojos", les propuso a los "aprendices" realizar el lanzamiento al mercado un novedoso producto de las prestigiosas bodegas Torres: un vino blanco sin alcohol.

Tras reunirse con el cliente y recibir el briefing, los concursantes comienzan a abordar las diferentes fases de confección de un spot: escritura del guión, story board, banda sonora, locución, grabación del jingle, realización del anuncio, edición del mismo... Como en otras ocasiones, las decisiones y planteamientos de los miembros de los equipos resultaron erráticas, peregrinas, poco pragmáticas y muy poco acertadas, hasta el punto de contravenir las indicaciones del cliente, que pidió expresamente que el lanzamiento de su producto se desvinculase totalmente de un target formado por embarazadas y, sin embargo, se encontró con un spot en el que una mujer en estado de gestación bebía despreocupada y feliz una copa de su novedoso vino.

La reunión de Bassat con los concursantes es digna de ser revisada en las escuelas no ya de creatividad sino de cualquier escuela de secundaria, pues pone de manifiesto la preocupante incapacidad de los aspirantes a la hora de expresar, transmitir ideas de forma clara, establecer una narración coherente en el anuncio, en definitiva, unas carencias que, sin ánimo de ofender, se acercan mucho a la definición de analfabetismo funcional.

Sólo en uno de los dos anuncios presentados se hace mención a que el producto es novedoso y en ninguno se deja claro que éste es un vino sin alcohol. Es más, los conceptos son tan confusos que ese detalle se pretende transmitir mostrando a un personaje incorporándose a una reunión de amigos con un casco de motocicleta en la mano, en lugar de abandonándola, como debería suceder si lo que se quiere contar es que, tras el consumo de ese vino, se puede conducir sin problema alguno. Lo mismo sucede con otros elementos descriptivos del producto, como su aroma, que se pretende transmitir colocando una manzana al lado de la botella.

A pesar de todo, el programa arroja bastantes datos acerca de cómo se ve la publicidad por parte de aquellos que no son profesionales del medio (bueno, es cierto que hay alguno de los concursantes que sí que están relacionados con la propfesión, pero no se lo vamos a tener en cuenta).

Por ejemplo, algunos de los "aprendices", tras declarar abiertamente su desconocimiento del mundo publicitario, no tienen pudor alguno en asumir labores de realización, guión y hasta composición de jingles demostrando que, para buena parte de la población española, eso de la publicidad "lo hace cualquiera".

Por otra parte, los dos anuncios basan su estrategia en la transmisión al consumidor de sensaciones de felicidad, alegría, fiesta y esparcimiento a través de un personaje que no deja de ser muy parecido a lo que ellos son, o les gustaría ser: una persona en la treintena, con un trabajo bien remunerado, de clase social alta y triunfadora. En definitiva, publicidad sin contenido, publicidad que permite una interpretación abierta, que vale para cualquier producto sea éste el que sea, ésa que sirve tanto para un roto como para un descosido.

En una de sus últimas intervenciones en el programa de ayer y antes de despedir a dos de los participantes, Bassat afirmaba que "en ocasiones la gran idea viene de una secretaria, viene de un ejecutivo junior, viene de un creativo que acaba de empezar a trabajar en la agencia", y añadía, "alguien ha dicho hoy que la líder de este grupo oía pero tal vez no escuchaba lo suficiente".

Nosotros estamos deseosos de escucharles a ustedes así que, si tienen un rato, ¿qué tal si nos cuentan si es así como se hace un anuncio de televisión, o si Bassat es en la realidad igual que en este programa, si realmente escucha las ideas de las secretarias y en caso de hacerlo las remunera como tal o las asciende a creativas, como en Mad Men? Somos todo oídos.

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