Caracas.- Reclusos de la prisión venezolana El Rodeo II, en la localidad de Guarenas, mantienen retenido desde primeras horas de hoy al defensor del pueblo en materia penitenciaria, Douglas Camero, para exigir testigos en la negociación con las autoridades.
Camero quedó retenido cuando llegó a supervisar una requisa de armas que los guardias iban a realizar a los internos y a la que éstos se negaron en el último momento, informaron fuentes locales.
Los presos del penal de Guarenas, 35 kilómetros al este de Caracas, exigen la presencia de medios de comunicación y del director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, en la mesa de negociación con las autoridades penitenciarias, en las que dicen "no confiar".
El retenido se encuentra en perfecto estado y se ha podido comunicar con su familia y superiores, aseguraron las autoridades.
El defensor del pueblo señaló en una llamada telefónica al canal Globovisión que los reos le dijeron "no creer en una salida pacífica, ni en las autoridades penitenciarias" porque "están cansados de que el Estado no atienda sus demandas".
"Ellos quieren dialogar, pero exigen que la mesa de diálogo se realice con los medios de comunicación presentes, por eso decidieron retenerme", explicó Camero.
Los reclusos afirman que han cumplido con su compromiso de disminuir la violencia dentro del recinto penal y que, sin embargo, el maltrato que reciben de las autoridades no ha remitido ni se está solucionando el mal estado de las instalaciones penitenciarias.
Uno de los internos declaró vía telefónica que quieren solución al retardo procesal y una mesa de diálogo, mientras otro exigió explicaciones al ministro de Interior venezolano, Tarek el Aissami, por la intervención en la prisión y aseguró que tras una medida de ese tipo se maltrata a los reclusos.
Camero añadió que los reos "están dispuestos a acatar la autoridad pero bajo los criterios del respeto".
Los presos manifestaron que mantendrán secuestrado al defensor hasta que se establezca una mesa de diálogo y se firme un acuerdo.
En los 31 centros penitenciarios venezolanos, que albergan a unos 24.360 reclusos, murieron 422 de ellos en 2008, lo que convierte a Venezuela en el país del continente con más muertes violentas intramuros, según datos del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
El OVP afirma que el número de muertes violentas en las prisiones superó en 2008 las que hubo en todas las cárceles de México, Brasil, Colombia y Perú juntas, y que en los últimos diez años la cifra suma un total de 3.664 asesinados.
Los presos se han pronunciado en diversas ocasiones sobre el abandono del Estado, las condiciones "infrahumanas" y de vulneración de los derechos humanos en los que viven.
El OVP contabilizó el año pasado un total de 22 secuestros de visitantes, 48 huelgas de hambre, una huelga de sangre y 61 bocas cosidas para llamar la atención de la opinión pública al respecto.
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